En la península se había instaurado el reino visigodo, tras la expulsión de los pueblos bárbaros y la caída del Imperio Romano. Fue el primer reino en dar a España una identidad de nación. Su gobierno era una monarquía electiva, en la que los nobles elegían al sucesor. Esta elección, no siempre garantizaba la sucesión familiar,  lo que suscitó continuas guerras civiles y luchas fratricidas para conseguir el trono.

Cuando llegaron los musulmanes a la península reinaba Don Rodrigo, desde el año 710. Los descendientes de su predecesor, Witiza, no estaban conformes con su reinado y pensaron que podrían derrocarle con ayuda de los musulmanes. Supusieron erróneamente que éstos solo prestarían su ayuda y se irían de vuelta al norte de África, o se convertirían al catolicismo.

En el año 711 d.C., un ejército musulmán cruzó el estrecho de Gibraltar, al mando de Gebel al Tariq (de donde viene el nombre de Gibraltar La roca de Tarik). Don Rodrigo reunió un ejército en el que incluyó a los hijos de Witiza, para expulsarlos. El encuentro de ambos ejércitos se produjo en Guadalete donde comenzó la batalla. Durante el combate los partidarios de Witiza, traicionaron al actual rey visigodo y se pusieron de parte de los musulmanes. Esto provocó la derrota de los visigodos y el comienzo del fin de su reino. En pocos años invadieron el resto de la península, excepto las zonas montañosas del norte, y le dieron el nombre de Al-Ándalus.

Cuando los partidarios de Witiza confiaron en los musulmanes, no debían conocer que llevaban más de medio siglo en continua expansión. Debemos remontarnos al origen del Islam para comprender por qué fue una decisión errónea.

Mahoma nació en la Meca, en la península arábiga,  en el año 570 d.C. En el año 610 tuvo una revelación y comenzó a predicar sobre la existencia de un único dios, Alá. Estas predicaciones dieron lugar a una nueva religión: el Islam.

Mahoma consiguió unificar a los árabes bajo esta religión. Tras su muerte, en el 632 d.C.  la religión islámica se expandió a gran velocidad, tanto hacia al este como al oeste, dando lugar al Imperio Islámico.