¿Qué ha heredado la ciudad?
El paisaje de las ciudades europeas y españolas de la actualidad es el resultado del proceso de urbanización a lo largo de la historia y de una serie de condicionantes físicos que van a determinar su emplazamiento.
El emplazamiento es el espacio natural concreto en el que se asienta la ciudad determinada por diferentes elementos naturales (colina, río, costa, isla, etc.). Por ejemplo, muchas ciudades surgieron a orillas de un río por su abastecimiento de agua natural y como vía de comunicación fluvial para el comercio. Valga de ejemplo el caso de los primeros núcleos urbanos en torno al río Éufrates y Tigris. Otras ciudades se formaron en la cima de elevadas colinas como elemento defensivo, por ejemplo Vejer de la Frontera en Cádiz y Segovia. En cambio, otras ciudades están limitadas por el mar al estar rodeadas de agua o próximas a la costa: sirva de ejemplo la ciudad de Cádiz o San Sebastián en Guipúzcoa.
Tanto el proceso de urbanización como su emplazamiento van a configurar la morfología urbana, es decir, la forma de las calles y la organización urbanística de una ciudad (calles, avenidas, plazas, etc.). La representación cartográfica del trazado urbano y de los espacios construidos (viviendas, industrias, edificios públicos, etc.) se realiza sobre un plano. Existen diferentes tipos de plano, los más habituales son los siguientes:
- Plano irregular: las calles son estrechas, a veces sin salida, y laberínticas debido a su distribución anárquica. Este tipo de plano irregular suele corresponder a la parte más antigua de muchas ciudades europeas, denominado casco histórico. Suele ser de origen medieval como el barrio de Santa Cruz de la ciudad de Sevilla o la ciudad de Toledo, ambas condicionadas a su vez por el curso de un río.
- Plano radioconcéntrico: las calles forman anillos concéntricos alrededor de un espacio central donde se suele ubicar una plaza con los principales edificios de la ciudad, como la ciudad de Vitoria-Gasteiz en Álava.
- Plano ortogonal o en cuadrícula: las calles presentan un trazado regular, son rectas y se cruzan perpendicularmente formando manzanas cuadradas. Tiene su origen en los campamentos romanos, base de las urbes fundadas durante la romanización y, sobre todo, en los ensanches realizados desde del siglo XIX en las principales ciudades europeas para ampliar la zona residencial desde el casco histórico. Es el caso del ensanche de Barcelona siguiendo el plan Cerdá con manzanas de esquinas achaflanadas para ampliar la visión en los cruces de calles rectas y para disponer zonas peatonales en torno al comercio y lugares de ocio. Son muchas las ciudades que presentan un plano ortogonal en parte de su trazado urbano, como es el caso de San Sebastián en Guipúzcoa o Valencia.
- Plano lineal: el trazado urbano se organiza junto a una vía de comunicación, cuyo recorrido será el eje central de la ciudad. Sirva de ejemplo la Ciudad Lineal Madrid, proyectada por Arturo Soria a finales del siglo XIX, siguiendo el lema "en la Ciudad Lineal, a cada familia una casa, en cada casa una huerta y un jardín".