Dos grandes aportaciones a la cultura española tuvieron lugar durante el reinado de los Reyes Católicos. Una de ellas de especial trascendencia para el idioma castellano: en 1492 Antonio de Nebrija (1444-1522) publicó la primera gramática castellana. Y en 1499 el Cardenal Cisneros (1436-1517) fundó una de las universidades más importantes de esa época, la Universidad de Alcalá de Henares.

La Universidad de Alcalá de Henares fue el epicentro del Humanismo en la península ibérica. Los mejores humanistas de la época enseñaron en ella incluido Antonio de Nebrija. Al mecenazgo del Cardenal Cisneros se le debió el inicio de la redacción de la llamada Biblia Políglota en 1502, cuyo texto sagrado fue traducido al griego, latín y hebreo, incluyendo fragmentos en arameo. Se tardaron quince años en terminar los trabajos de traducción.

El siglo XV, desde el punto de vista artístico, siempre se ha considerado como un período de transición. Mientras en Italia el Renacimiento daba sus primeros pasos, hacia un arte claramente inspirado en el mundo clásico y con una fuerte base humanista, en España se producía una fusión de elementos góticos con la influencia musulmana. 

Es característica de esta arquitectura el uso de bóvedas de nervios con forma estrellada y arcos muy particulares como el conopial o el carpanel. Dos ejemplos son la cartuja de Miraflores en Burgos y la iglesia de San Pablo en Valladolid.

A las obras citadas habría que añadir el monasterio de San Juan de Reyes, cuyo autor fue Juan Guas (1430-1496). En este caso, estamos ante un ejemplo de lo que se conoce como estilo isabelino, el cual comenzó en Toledo, y se extendió a otras ciudades como Granada, donde podemos encontrar la Capilla Real. Precisamente en ella se encuentran los sepulcros de los propios Reyes Católicos.

Respecto a otras artes como la escultura, existió una fuerte vinculación con la arquitectura. Esa es la razón por la que las principales muestras de arte escultórico las encontremos en portadas, claustros, retablos o tumbas, como las que aparecen en las capillas de las catedrales. Alonso Berruguete (1490-1561) fue uno de los grandes maestros de la época. Una de sus obras más conocidas es el Sacrificio de Isaac.

Alonso de Berruguete fue hijo de Pedro Berruguete (1450-1503) siendo éste uno de los pintores más relevantes. Este artista representó el tránsito de la pintura gótica hacia la pintura del renacimiento, con obras como La Anunciación, precisamente en la Cartuja de Miraflores, anteriormente citada.