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Estructura y escritura

En esta tarea el alumnado analizará la estructura de diferentes relatos para escribir un cuento propio y original. A continuación ofrecemos unos apuntes sobre este tema.

Fórmula de estructura de Adam

Guiamos al alumnado con preguntas por la fórmula de la secuencia propuesta por Adam para elaborar el esquema fundamental de la estructura de un texto literario narrativo. Posteriormente se ilustra con detalles secundarios: presentación y descripción del personaje.

Fórmula Adam
Mª Teresa Neira y Pablo Nimo. Estructura de texto narrativo de Adam (CC BY)
"Morfología del cuento" de Vladimir Propp

Vladimir Propp fue un escritor soviético que en su libro "La morfología del cuento" (1928) describió lo que podemos llamar las 31 fases o funciones de las que constaba un cuento clásico. A través de estas funciones podemos guiar a nuestro alumnado en la creación de tramas en los procesos de creación de textos literarios. Estas funciones pueden repetirse varias veces y no tienen por que aparecer todas.

  1. Alejamiento: uno de los dos miembros de la familia se aleja de casa
  2. Prohibición: recae sobre el protagonista una prohibición
  3. Transgresión: se transgrede la prohibición
  4. Interrogatorio: el agresor intenta obtener noticias
  5. Información: el agresor recibe informaciones sobre la víctima
  6. Engaño: el agresor intenta engañar a su víctima para apoderarse de ella o de sus bienes
  7. Complicidad: la víctima se deja engañar y ayuda así a su enemigo, a su pesar
  8. Fechoría: el agresor daña a uno de los miembros de la familia o le causa prejuícios
  9. Carencia: le falta algo a uno de los miembros de la familia; uno de ellos tiene ganas de poseer algo
  10. Mediación: momento de transición, se divulga la noticia de la fechoría o de la carencia, se dirigen al héroe con una pregunta o una orden, se llama o se hace partícipe
  11. Principio de la acción contraria: el héroe buscador acepta o decide actuar
  12. Partida: el hérore se va de su casa
  13. Primera función del donante: el héroe sufre una prueba, un cuestionario, un ataque, que le prepara para la recepción de un objeto o de un auxiliar mágico
  14. Reacción del héroe: el héroe reacciona ante las acciones del futuro donante
  15. Recepción del objeto mágico: el objeto mágico pasa a disposición del héroe
  16. Desplazamiento: el héroe es transportado, conducido o llevado cerca del lugar donde se encuentra el objeto de su búsqueda
  17. Combate: el héroe y su agresor se enfrentan en un combate. El héroe recibe una marca
  18. Victoria: el agresor es vencido
  19. Reparación: la fechoría inicial es reparada o a carencia colmada
  20. La vuelta: el héroe regresa
  21. Persecución: el héroe es perseguido
  22. Socorro: el héroe es auxiliado
  23. LLegada de incógnito: el héroe llega de incógnito a su casa o a otra comarca
  24. Pretensiones engañosas: un falso héroe reivindica para si pretensiones engañosas
  25. Tarea difícil: se le propone al héroe una tarea difícil
  26. Tarea cumplida: la tarea es realizada
  27. Reconocimiento: el héroe es reconocido
  28. Descubrimiento: el falso héroe o el agresor, el malvado queda desenmascarado
  29. Transfiguración: el héroe recibe una nueva apariencia
  30. Castigo: el falso héroe o el agresor es castigado
  31. Matrimonio: el héroe se casa y asciende al trono

Fases o funciones de un cuento clásico - Aíovai Educación [Internet]. [citado 12 de mayo de 2017]. Disponible en: http://www.edu.aiovai.org/fases-ou-funcions-dun-conto-clasico/

ACTIVIDAD: Escritura del cuento

Duración:
30 min
Agrupamiento:
Individual

Para iniciar las escrituras individuales de los cuentos hacemos una actividad previa en gran grupo en la que localizamos y analizamos en un cuento, de los leídos habitualmente en el aula, las partes básicas de la estructura siguiendo la fórmula de Adam presentada al inicio de esta actividad. Dura aproximadamente 15 minutos.

A partir de aquí repetimos con cada niña y niño, de forma individual, la secuencia que describimos a continuación.

Transcripción del cuento
Teresa Neira. Transcripción del cuento (CC BY-SA)
  1. Seleccionamos una fórmula fija de inicio entre las que figuran en el listado elaborado previamente y que está expuesto de forma continuada en el aula.
  2. Recuperamos la descripción realizada del personaje principal que, al ser el mismo para todo el alumnado, será común en los cuentos individuales. La única parte que será personalizada en cada historia será la descripción psicológica del monstruo (si es bueno, malo, generoso, travieso,...).
  3. Situamos al personaje principal en el espacio, marcado por la fotografía, y en el tiempo (lo que condicionará los tiempos verbales empleados).
  4. Recorremos la fórmula de estructura propuesta por Adam para ir elaborando los elementos de la historia (situación inicial estable + complicación + reacción + nuevo elemento perturbador + situación final + evaluación) empleando los conectores elegidos. La mayoría de los niños y niñas se quedan en una única complicación y la reacción a esta.
  5. De forma individual dictan a la persona docente el cuento propio  (que lo graficará delante de cada niño y niña) lo que permite que centren su esfuerzo únicamente en "¿Qué quiero poner?" escribiendo así su primer borrador. Esta estrategia facilita que el alumnado fije su atención en las propiedades del texto (fórmulas fijas, estructura e interés del contenido) porque lo libera de reflexionar, al mismo tiempo, sobre el sistema de escritura, es decir, "¿Cómo se pone?".
  6. La persona docente inicia el proceso de escritura graficando la fórmula fija elegida y la descripción del personaje principal, a continuación el alumnado incorpora la descripción subjetiva y el lugar en que se localiza la acción, creando así la situación inicial estable.
  7. Al introducir el conector "un día", de forma natural, los niños y niñas introducen una complicación en la trama. La resuelven a partir del conector "entonces".
  8. Para proponer otro elemento perturbador (seguimos la fórmula de Adam) se usaron los conectores "pero" y "de repente". Cuando las niñas y niños no saben cómo seguir recurrimos a la ayuda de las aportaciones de Vladimir Propp recogidas en las anotaciones teóricas de esta actividad: aparece un nuevo personaje, atrapan al monstruo, etc.
  9. Lectura, en los días posteriores, de los textos elaborados con el fin de realizar mejoras a nivel de estructura y léxico fundamentalmente. Es necesario que transcurra un período temporal para poder pasar del rol de escritores al de lectores y percibir los aspectos a mejorar: no repetir palabras innecesarias, enriquecer el léxico cambiando palabras por sinónimos más ricos...
  10. Transcripción a ordenador de todos los cuentos por parte de la persona docente. Dada la extensión y calidad de los textos pedirle al alumnado que los trazasen (graficasen) dificultaría la lectura porque casi todos necesitarían transcripción y porque supondría un esfuerzo excesivo e innecesario para el alumnado (recordamos que se trata de niños y niñas de educación infantil).

Ejemplos reales de escritura de un cuento

Presentamos dos ejemplos de cuentos producidos en esta secuencia didáctica. En negrita se destacan los conectores empleados, a veces por iniciativa del alumnado y otras a propuesta de la persona docente.

Cada niña y niño tenía delante la fotografía, seleccionada previamente, para ubicar el espacio en el que transcurriría la acción. Ya comentamos que todos los cuentos empezaron con la fórmula fija elegida y la descripción del personaje principal realizada colectivamente.

Cuento 1

Había una vez un monstruo. Era de tamaño descomunal. Su cabeza achatada tenía tres ojos rasgados con pestañas finas y cejas arqueadas y pegadas.

Su boca era enorme, con dientes afilados destacando un prominente colmillo. Las orejas eran grandes y redondas como elefantes. La lengua estaba enroscada y era larga y pegajosa como la de un camaleón.

Del pelo, rizado, largo y azul, sobresalían tres cuernos robustos con rayas y bien afilados. Sin embargo, la nariz era pequeña y muy chata, un poco ladeada. Este monstruo estaba muy orgulloso de su barba frondosa y rosa.

Tenía cuatro brazos con tres dedos en cada uno. Esos dedos acababan en uñas afiladas y horripilantes. También tenía tres piernas peludas y cortas con una cola larga llena de espinas de dragón.

La musculatura de sus abdominales parecía que le daba mucha fuerza. Era bueno porque compartía las cosas que tenía pero malo porque comía niñas.

Un día fue a un montón de casas y encontró a una niña. Le dijo:

-¡Hola niña!, ¿cómo te llamas?

-Me llamo Eva y vivo en esta casa con mi mamá y mi papá. Tenemos un cielo muy bonito.

Entonces el monstruo se quería comer a la niña y no le dijo nada, cogió su rastrillo y fue a su casa a buscar un aparato y conseguir comérserla. De repente, la cogió con su aparato y volvió a su casa. Cuando la iba a meter en una sartén dijo:

-Mami, me voy a comer a esta niña con patatas fritas.

-Muy bien, pues nos la comeremos.

De repente, la niña en un descuido corrió muy rápido y gritó “¡Me quieren comer!” y el monstruo y la madre llamaron a toda la manada monstruo para atrapar a la niña pero no la atraparon porque corría súper rápido. Las gallinas de los monstruos también escaparon por la carretera y las encontraron sus dueños.

La familia monstruo se quedó sin comida y fueron al súper de monstruos para no querer comer nunca más niñas y ya fueron buenos para siempre, podía ir a las casas a jugar con las niñas.

Fueron felices y comieron perdices

Cuento 2

En un país muy lejano vivía un monstruo. Era de tamaño descomunal. Su cabeza achatada tenía tres ojos rasgados con pestañas finas y cejas arqueadas y pegadas.

Su boca era enorme, con dientes afilados destacando un prominente colmillo. Las orejas eran grandes y redondas como elefantes. La lengua estaba enroscada y era larga y pegajosa como la de un camaleón.

Del pelo, rizado, largo y azul, sobresalían tres cuernos robustos con rayas y bien afilados. Sin embargo, la nariz era pequeña y muy chata, un poco ladeada. Este monstruo estaba muy orgulloso de su barba frondosa y rosa.

Tenía cuatro brazos con tres dedos en cada uno. Esos dedos acababan en uñas afiladas y horripilantes. También tenía tres piernas peludas y cortas con una cola larga llena de espinas de dragón.

La musculatura de sus abdominales parecía que le daba mucha fuerza. Era bueno porque ayudaba a los demás.

Un día se perdió en un desierto y entonces empezó a llorar. Sus lloros se esparcieron por todo el país, eran descomunales como él.

De repente llegó a un mar y se encontró con un chico. Ese chico conocía todos los sitios de la ciudad y lo llevó a casa.

Cuando llegó a su casa estaba ocupada, había otro monstruo porque pensaba que no era de nadie.

Entonces no se pelearon, el chico y el monstruo se fueron a buscar un sitio donde vivir porque conocía todos los países.

Al chico se le ocurrió una idea y le dijo al monstruo “¿por qué no vives conmigo y somos hermanos?”. El monstruo contestó “vale”.

Entonces llegaron a su casa y fueron felices para siempre

Quien no lo quiera creer que lo vaya a ver.