El presente material didáctico está dirigido al desarrollo de las competencias específicas de la materia de Análisis Musical II, concretamente las siguientes: analizar los elementos musicales de diferentes obras, utilizando la escucha activa para describir sus características; establecer relaciones entre los elementos musicales de una composición, a través del análisis de su estructura y de los procedimientos compositivos utilizados, para asociar la obra con un género, un estilo y un contexto de creación; y elaborar comentarios y críticas musicales sobre las obras analizadas, utilizando una terminología adecuada y consultando distintas fuentes de información, para expresar juicios personales fundamentados y contribuir a la difusión del patrimonio musical a través de los medios disponibles.
Se trata de una situación de aprendizaje en la que, a partir de la selección de diferentes criterios de evaluación asociados a dichas competencias, se organizan procesos en los que el alumnado aplicará los aprendizajes para la elaboración de diferentes productos evaluables, en un marco pedagógico competencial centrado en el aprendizaje-servicio y el trabajo cooperativo. Para su aplicación en el aula se incluye tanto el material del alumnado como los instrumentos de evaluación para el profesorado.
Bajo el título «El término música es femenino», esta situación de aprendizaje está enfocada a su desarrollo en el segundo curso de Bachillerato de la modalidad de Música y Artes Escénicas, con la finalidad de que el alumnado conozca, reflexione y difunda la música y la labor de mujeres que han sido silenciadas o relegadas a un segundo plano a lo largo de la historia. Para ello, adquirirán relevancia los procesos de investigación de su obra, de análisis de su música en el contexto social en el que la desarrollan y de elaboración de comentarios críticos sobre sus creaciones, que concluirán con la puesta en marcha de un podcast con diferentes episodios en los que se promocionará y difundirá su trabajo a través de diversos medios y redes, teniendo en cuenta aspectos fundamentales como la protección de datos y el respeto a los derechos de autoría.
Se recomienda su desarrollo en el final del segundo trimestre del curso por dos motivos: por un lado, por ser un momento en el que el alumnado ya posee un bagaje competencial importante para el desarrollo de los procesos y el manejo de herramientas digitales; y, por otro, por coincidir temporalmente con uno de los hitos anuales para promover la igualdad de género como es el Día Internacional de la Mujer (8 de marzo).
Además, a través de su implementación se realizan conexiones interdisciplinares con las materias de Historia de la Música y de la Danza, a través del estudio de la música de diferentes mujeres en su contexto de creación; con Artes Escénicas, en la medida en que el alumnado deberá asumir diferentes roles, no solo a través de la puesta en práctica de unas funciones determinadas en el trabajo cooperativo, sino en la realización del programa como locutor o locutora; y con la materia de Coro y Técnica Vocal, ya que se pondrán en práctica recursos vocales (proyección, articulación, entonación) para que la voz suene adecuadamente en las grabaciones que se realicen. Asimismo, permite la conexión con las materias de la vía de Artes Plásticas a través de la propuesta de realización de una campaña publicitaria para la difusión del resultado final.
En el diseño de esta situación de aprendizaje subyacen algunos de los desafíos a los que tendrá que enfrentarse el alumnado como ciudadano del siglo XXI, y que forman parte de los principios y de los objetivos de la actual LOMLOE para la etapa. Especialmente, aquellos que tienen que ver con el compromiso ante situaciones de inequidad, desarrollando la sensibilidad para vivir la realidad desde la mirada de la desigualdad, en toda la amplitud que ello implica, tanto desde una perspectiva local como global, desarrollando sentimientos de empatía, compasión y fortaleza para actuar de acuerdo con esta conciencia. De esta forma, se promueve la equidad que garantice la igualdad de oportunidades para el pleno desarrollo de la personalidad a través de la educación, la inclusión educativa y la igualdad de derechos y oportunidades, también entre mujeres y hombres. Todo ello conlleva, además, un compromiso ciudadano que requiere la capacidad de descentrarse del propio punto de vista y de las necesidades y derechos personales y sentirse parte de un proyecto colectivo. Implica comprender las tensiones entre lo individual y lo social; también desarrollar la empatía y la generosidad, y la responsabilidad y esfuerzo continuado que esta comprensión conlleva. Por último, se promueve el aprovechamiento crítico, ético y responsable de la cultura digital, con el propósito de extraer el máximo beneficio de esta característica esencial de la sociedad actual, que requiere entenderla como una nueva alfabetización que da forma a la mente, a través del análisis crítico y el uso de todas sus potencialidades para construir nuevos conocimientos y para la mejora de la calidad de vida personal y colectiva, a la vez que se analizan sus riesgos para actuar con coherencia.