El presente material didáctico está dirigido al desarrollo de las siguientes competencias específicas de la materia de Música, en los cursos de 1.º a 3.º de ESO: explorar las posibilidades expresivas de diferentes técnicas musicales y dancísticas, a través de actividades de improvisación, para incorporarlas al repertorio personal de recursos y desarrollar el criterio de selección de las técnicas más adecuadas a la intención expresiva; crear propuestas artístico-musicales, empleando la voz, el cuerpo, instrumentos musicales y herramientas tecnológicas, para potenciar la creatividad e identificar oportunidades de desarrollo personal, social, académico y profesional.
Se trata de una situación de aprendizaje en la que, a partir de la selección de diferentes criterios de evaluación asociados a dichas competencias, se organizan procesos en los que el alumnado aplicará los aprendizajes para la elaboración de diferentes productos evaluables, en un marco pedagógico competencial centrado en el aprendizaje-servicio y el trabajo cooperativo basado en la realización de proyectos. Para su aplicación en el aula se incluye tanto el material del alumnado como los instrumentos de evaluación para el profesorado.
Esta situación de aprendizaje pretende contribuir a la adquisición por parte del alumnado de las siguientes competencias clave, expresadas a través de sus correspondientes descriptores: CCL1, CCL2, CCL3, STEM2, STEM3, CD1, CD2, CPSAA2, CPSAA3, CC1, CE1, CE3, CCEC1, CCEC2, CCEC3, CCEC4.
Asimismo, se contempla la consecución de los siguientes objetivos de etapa: b), e), j) y l).
Esta situación de aprendizaje está enfocada para su desarrollo en los cursos de 1.º a 3.º de ESO, con la finalidad de que el alumnado conozca, explore y reflexione sobre los diferentes entornos sonoros del centro educativo, identificando y analizando la naturaleza de los sonidos que forman cada uno de estos entornos, estableciendo sus características básicas y clasificándolos, aprendiendo a escuchar el paisaje sonoro en el que están inmersos y valorándolo tanto desde un enfoque musical como desde la óptica de la emisión del sonido y su influencia en el clima general de convivencia del centro. Para ello adquirirán relevancia los procesos de exploración, identificación y de análisis de los espacios educativos más próximos y cotidianos, dando lugar a un proceso de reflexión sobre la emisión y la utilización adecuada y saludable del sonido. A través de este proyecto de investigación, el alumnado elaborará el mapa del paisaje sonoro que le rodea, que será comunicado mediante su exposición al conjunto de la comunidad educativa del centro, elaborándose, asimismo, un documento con las conclusiones y propuestas de mejora en la utilización de los espacios y la modificación de hábitos de emisión sonora en los distintos entornos del centro educativo.
Mediante su implementación, además del desarrollo de competencias específicas del área de Música, se realizarán conexiones interdisciplinares con las materias de Educación Plástica, Visual y Audiovisual y Tecnología y Digitalización, favoreciéndose la adquisición de competencias relacionadas con el diseño y realización de proyectos, aprendiendo a trabajar en equipo, coordinándose y distribuyendo las tareas entre sus compañeros con la finalidad de conseguir los objetivos planteados. Del mismo modo, se desarrollarán las competencias en relación a la exploración, búsqueda y análisis de la información, así como de su comunicación mediante el empleo de las herramientas y aplicaciones propias de las tecnologías de la información y la comunicación.
En el diseño de esta situación de aprendizaje subyacen algunos de los desafíos a los que tendrá que enfrentarse el alumnado como ciudadano del siglo XXI, y que forman parte de los principios y de los objetivos de la actual LOMLOE para la etapa. Especialmente, aquellos que tienen que ver con la vida saludable y el cuidado del entorno sonoro en consonancia con la salud y el bienestar; el consumo responsable de la música y la producción saludable del sonido; el compromiso ciudadano en el ámbito local que requiere de la capacidad de descentrarse del propio punto de vista y sentirse parte de un proyecto colectivo; y el aprovechamiento crítico, ético y responsable de la cultura digital, obteniendo el máximo beneficio de esta característica esencial de la sociedad actual.