Además de los cambios de estado, la materia puede sufrir otros cambios físicos reversibles. Para entender estos cambios de la materia hay que tener presente los siguientes aspectos:
- Son provocados por una energía.
- Afectan a su apariencia o posición pero no a su estado ni composición.
- La materia puede volver a su recuperar su apariencia o posición cuando cesa la energía que provocó el cambio.
Movimiento
El movimiento es el cambio de lugar o de posición de la materia en el espacio. Los objetos pueden variar su posición o el modo en el que se están moviendo cuando una fuerza actúa sobre ellos. Cuando lanzamos la pelota a canasta o golpeamos una canica de vidrio estamos provocando un movimiento o cambio de posición de la materia. Este tipo de cambios son cambios físicos reversibles.
Dilatación y contracción
Algunos cuerpos experimentan un aumento de volumen cuando se eleva la temperatura. Este aumento de volumen de la materia se denomina dilatación. Por ejemplo, una puerta metálica expuesta al sol durante un tiempo prolongado puede aumentar su volumen hasta el punto de que resulte difícil cerrarla. El líquido existente en el interior de un termómetro asciende por el tubo que lo contiene cuando aumenta la temperatura. En ambos ejemplos se ha producido una dilatación de la materia.
La contracción es la disminución del volumen de la materia cuando la temperatura desciende. La puerta del ejemplo anterior volverá a cerrar fácilmente al enfriarse. Asimismo, el líquido del termómetro descenderá por el tubo que lo contiene a medida que la temperatura baje. Ambos son ejemplos de contracción de la materia.
La dilatación y la contracción son cambios físicos reversibles de la materia.
Deformación elástica
Una deformación es un cambio físico que afecta a la forma de la materia y que se produce al ejercer una fuerza sobre la misma. Algunas deformaciones son permanentes, como las fracturas. Sin embargo, existen otras deformaciones reversibles.
Cuando nos tumbamos en la cama, el peso de nuestro cuerpo ejerce una presión que deforma la superficie del colchón. Al levantamos de la cama, el colchón recupera su forma original. Lo mismo sucede cuando estiramos una goma. Este tipo de cambio de llama deformación elástica y es debido a una propiedad de ciertos materiales llamada elasticidad. Las deformaciones elásticas son cambios físicos reversibles.