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Los primeros auxilios

Cualquier persona puede ser víctima de un accidente o una enfermedad repentina y, además, nos puede ocurrir en cualquier lugar.

Por ello, es importante que sepamos reaccionar positivamente ante una situación de este tipo.

No vamos a jugar a "ser médicos", pero sí debemos hacer todo lo que esté en nuestra mano, para poder ayudar, aunque esa ayuda se limite a realizar una llamada de teléfono a emergencias.

Los primeros auxilios son todas las medidas que debemos tomar cuando se produce un accidente y hay una persona herida o con alguna enfermedad repentina.

Estos primeros auxilios siempre deben ser muy meditados y realizados con mucha precaución. Será la primera actuación y atenciones que reciba la persona accidentada antes de recibir atención especializada.

Cuando el accidentado somos nosotros mismos, si podemos, debemos pedir ayuda, de viva voz, o si la lesión fuera más grave llamar por teléfono a emergencias.

Para ello es importante conocer el teléfono de emergencias, que deberás recordar siempre: 112.

A continuación, puedes ver en imagen lo explicado acerca del teléfono de emergencias.

Teléfono de emergencias
Laura Cepeda Del Rosal. Teléfono de emergencias (CC BY-SA)

Cuando realicemos primeros auxilios a una persona que ha sufrido un accidente y/o padece de una enfermedad repentina, tenemos que tener en cuenta:

  • Mantener la calma. Para poder pensar con la mayor claridad posible y poder tranquilizar a la persona afectada, de modo que, así, pueda confiar en la persona que le socorre (para que, en caso de necesidad, pueda colaborar), y todo esto siempre y cuando esté consciente. Recuerda siempre el sistema PAS (Proteger, Avisar y Socorrer).
  • Llamar a los servicios de emergencias. Informaremos de la situación ocurrida. Nunca debemos abandonar a la persona accidentada, para así poder informar a emergencias del estado del accidentado y, si fuera el caso, poder seguir las instrucciones que nos marquen los profesionales de las emergencias para poder ayudar a la persona accidentada hasta que llegue la ayuda médica especializada. Una vez llames a emergencias y expliques la situación, te mandarán la ayuda de los profesionales necesarios. Informa de todos los datos que conozcas, para que esta pueda ser más precisa (lugar, posible motivo del accidente, edad del accidentado, posible lesión a simple vista, etc.).

A continuación, puedes ver una imagen de los servicios de emergencias actuando.

Servicios de emergencias actuando.
Wikimedia Commons/Diario de Madrid. Intervención del SAMUR en la calle Ferraz (CC BY)
  • Examinar la situación de la persona accidentada. Preguntaremos (si está consciente) dónde le duele. Si estuviera inconsciente, debemos comprobar el pulso (pudiendo tomarlo en la vena carótida, que está situada en el cuello; en el corazón o en la parte anterior de la muñeca) y comprobar si respira (acercándonos a su nariz para sentir el aire que expulsa). En caso de que hubiese una hemorragia, tendríamos que taponarla (con una camiseta, un trapo... algo que sea blando).

A continuación, puedes ver una imagen de la toma de pulso en la parte posterior de la muñeca.

Tomar pulsaciones
Banco de imágenes y sonidos (INTEF). Tomar pulsaciones (CC BY-NC-SA)
  • Evitar no agravar los daños del accidentado. No debemos darle de comer ni de beber y tampoco moverle del sitio, a menos que sea estrictamente necesario para salvaguardar su seguridad. En ese caso, debemos moverle en forma de bloque, tomando todas las medidas necesarias de seguridad y con mucho cuidado. Y, sobre todo, no debemos improvisar en nuestros actos.
  • Socorrer. Lo más importante es poder salvar la vida de la persona accidentada o dar la mejor ayuda posible. Por tanto, primero debemos preguntar (si hay posibilidad) si alguien tiene nociones de primeros auxilios. Si este caso no se diese, solo deberíamos realizar una acción complicada en el caso de que la vida de la persona corra realmente peligro. 
  • No poner en riesgo ninguna vida, ni la del accidentado, ni la nuestra propia. Por ello, es importante que, cuando veamos a una persona accidentada, también valoremos todo aquello que nos rodea para evitar males mayores.
  • Evitar aglomeraciones. Si estamos socorriendo a un accidentado, debemos evitar que haya gente rodeándolo, ya que puede agobiarle y ponernos más nerviosos a nosotros también.

Accidentes que requieren de primeros auxilios

Algunos de los accidentes que podemos encontrarnos en el día a día, no tienen por qué ser demasiado aparatosos, pero aun así requieren de una atención de primeros auxilios.

Algunos de ellos son:

  • Quemaduras.
  • Picaduras con reacciones alérgicas.
  • Cortes en la piel.
  • Heridas muy sangrantes.
  • Sangrado de nariz.
  • Golpe de calor.
  • Calambres cuando estoy en una piscina o en la playa.
  • Torceduras de tobillos o muñecas.
  • Dislocación de algún hueso.
  • Reacciones alérgicas.
  • Ataques de asma.
  • Fiebres.
  • Hematomas.
  • Astillas en la piel.
  • Lesiones en los ojos.
  • Golpes en los dientes.
  • Intoxicaciones.
  • Lesiones en la cabeza.
  • Asfixias.
  • Pérdida de respiración.

En algunas ocasiones, los accidentes pueden evitarse, por lo que debemos eludir algunas situaciones de riesgo.

Es importante que tengamos unas nociones básicas de algunos accidentes, para saber cómo actuar, tanto para con nosotros mismos, como hacia otras personas.

A continuación, puedes ver imágenes de algunos accidentes que podemos encontrarnos y que hemos citado anteriormente.

Lesiones por quemaduras
Wikimedia Commons/hettiarachchigedongamini. Lesiones por quemaduras (CC BY-SA)
Picadura de abeja
Wikimedia Commons/Scutterbob. Picadura de abeja (CC BY-SA)
Plaquetaféresis hematoma
Wikimedia Commons/Mayor B. Plaquetaféresis hematoma (CCO)