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Posibles actuaciones en casa

Cuando estamos en casa, realizamos muchas acciones y, en ocasiones, puede provocarse algún accidente. Por ello veremos, a continuación, algunas situaciones que pueden ocurrirnos y sobre las que debemos tener algunas nociones básicas, para saber cómo reaccionar ante ellas.

Niño en la cocina de su casa
INTEF. Niño en la cocina de su casa (CC BY-SA)
  • Atragantamientos: cuando nos atragantamos con algún alimento o bebiendo agua, a veces con forzar la tos para expulsar el alimento es suficiente. Sin embargo, en ocasiones, estos atragantamientos de alimentos u objetos son más complicados y provocan la falta de entrada de aire en la persona afectada. En este caso, es necesario realizar la Maniobra de Heimlich, la cual verás a continuación en un vídeo.
CODEM Madrid. Un enfermero explica cómo realizar la maniobra de Heimlich a niños y bebés (Licencia de YouTube estándar)
  • Quemaduras: cuando nos quemamos, debemos poner la zona afectada bajo el grifo con agua a temperatura ambiente durante 15-20 minutos. Nunca uses agua muy fría o hielo. Tampoco debes aplicar ningún tipo de crema para quemaduras, ni explotar las ampollas que puedan salir por la quemadura. Puedes cubrir la zona quemada con una gasa estéril para evitar infecciones. Si la quemadura es muy grave o se queda tejido de la ropa adherido a la piel, nunca la quites (ya que puedes dañar más la zona) y acude inmediatamente a un hospital.

A continuación, puedes ver una imagen del proceso de curación de una quemadura sobre la piel.

Proceso de curación de una quemadura de primer grado
Wikimedia Commons/ Sillerkiil. Proceso de curación de una quemadura de primer grado (CC BY-SA)
  • Ataques con convulsiones: estos ataques pueden ser producidos por fiebres muy altas o porque la persona sufra un ataque epiléptico. Ante estos ataques, debemos retirar cualquier objeto peligroso que esté cercano y medir el tiempo que dura cada convulsión. También es preciso colocar a la persona en posición de seguridad (tumbado de lado, con los dos brazos hacia delante) y no introducir nada en la boca. Nunca debemos sujetar a una persona con una convulsión, ni darle agua o medicación hasta que esté completamente recuperada y consciente. Si la convulsión dura más de 5 minutos, llamaremos al teléfono de emergencias, aunque es importante tener en cuenta que, si es la primera vez que se produce en esa persona un ataque de este tipo, debemos llamar o acudir igualmente a emergencias para confirmar que no hay lesiones más graves.

Ante muchos accidentes es importante saber cómo tomar el pulso de una persona o a ti mismo.

Puedes tomarlo en la muñeca (en la cara posterior de la muñeca con el dedo índice). Este es el denominado pulso radial. Si lo tomas en el cuello, se denomina pulso carotídeo (debajo de la mandíbula utilizando el dedo índice y el corazón).

No debes presionar mucho la zona. Acerca el dedo a las zonas indicadas hasta que notes las pulsaciones y cuenta cuántas pulsaciones marca tu cuerpo durante un minuto ayudándote del segundero de un reloj.

Debes realizar esta toma de pulsaciones sentado o tumbado, siempre relajado.

Las pulsaciones normales están entre 60-100 pulsaciones por minuto.

A continuación, puedes ver dos imágenes de la toma de pulsaciones.

Toma de pulsaciones carotídea
Laura Cepeda del Rosal. Toma de pulsaciones carotídea (CC BY-SA)
Toma de pulsaciones radial
Laura Cepeda del Rosal. Toma de pulsaciones radial (CC BY-SA)

Ante todo recuerda que esto que has aprendido son nociones básicas para poder actuar en caso de una emergencia, pero lo más importante es que acudas siempre a un adulto o llames a los servicios de emergencias.

Nunca actúes bajo presión, nerviosismo o sin conocimientos. Una llamada al 112 también puede salvar vidas.