Nuestro lenguaje no verbal
No solo nos expresamos a través de nuestras palabras, nuestro cuerpo también sirve para comunicarnos, ¿lo sabíais?
Jugamos
Gran grupo
El juego de las estatuas
Para empezar a trabajar en nuestro lenguaje no verbal, vamos a representar la emoción mientras nos desplazamos por el aula y escuchamos la música. Por ejemplo: andar tristes, correr alegres, llamar a una puerta con enfado... Al dejar de sonar la música deberemos parar y quedarnos inmóviles.
Las emociones en la música
Escuchamos la canción de Vivaldi «Las cuatro estaciones» y nos desplazamos por la sala expresando con nuestro cuerpo movimientos relacionados con lo que nos provoca la canción. Posteriormente, nos sentamos y dialogamos sobre cómo nos hemos sentido y cómo hemos reflejado con nuestro cuerpo esa emoción.
Adivina mi emoción
En círculo, e individualmente, salimos a representar una emoció;, los y las demás deberán adivinar de cuál se trata.
El teléfono escacharrado
Gran grupo
Practicamos con el cuerpo
Cuando creemos que alguien no se encuentra bien, es mejor poder comunicarnos con esa persona, porque puede que lo que nos digan los y las demás no sea exactamente la verdad. ¿Os gustaría saber qué ocurre cuando un historia es contada por muchas personas?
Primero vamos a practicar con el cuerpo. Para comenzar, nos ponemos en fila mirando hacia un mismo lado. La primera persona de la fila se da la vuelta y hace un movimiento que solo la persona que está detrás verá, y así repetimos hasta terminar la fila. ¿El primer movimiento será el mismo que el último?
Transmitimos el mensaje
Ya conocemos cómo funciona el juego, por eso ahora nos sentamos en el suelo formando un círculo. La persona que empieza dice en voz muy bajita, para que nadie más lo oiga, una frase corta a la persona que tiene al lado, y así, siempre hacia el mismo lado, damos la vuelta al círculo completo. ¿Ha cambiado nuestro mensaje?
Coloquio
En común, comentamos lo que ha ocurrido en estos dos juegos y pensamos en cómo esto afecta a nuestro día a día.