Conocemos y analizamos.
La sostenibilidad como elemento para el desarrollo del siglo XXI.
Cuando hablamos de sostenibilidad, nos referimos a cuando nuestras necesidades básicas se ven satisfechas, sin que pongamos en riesgo los recursos de las próximas generaciones y puedan satisfacer las suyas, según el informe que propuso la Comisión Mundial para el Medio Ambiente y el Desarrollo de Naciones Unidas en 1987. Para eso hay que equilibrar el crecimiento económico, cuidar el entorno y sus recursos y garantizar el bienestar social de forma justa para todas las personas del planeta. De esta definición, nace el concepto de Desarrollo Sostenible, que es la forma de progresar pero manteniendo el uso equilibrado de los recursos.
El desarrollo sostenible pretende conseguir una mayor sensibilidad hacia la utilización de los recursos naturales para que no se agoten, promover valores que impulsen a participar de forma activa en proteger y mejorar el entorno y posibilitar a todas las personas acceder a los recursos de forma justa.
Para llevar a cabo estrategias para la consecución de estos objetivos es necesario que la educación ayude a los países para transformar de forma estructural y profunda las sociedades, haciendo a los individuos partícipes activos y propulsores del cambio, formando sus conciencias y forjando la forma de comprometerse para multiplicar las diferentes actuaciones.
Soluciones para los problemas medio ambientales en nuestro entorno.
Los problemas y retos medio ambientales en España están en relación estrecha con los efectos del cambio climático, habrá aumento de temperaturas y escasez de lluvias en los próximos años. Además es uno de los países de Europa que emite más gases de efecto invernadero, genera residuos, aumentan áreas desertificadas y tiene un proceso imparable de urbanización descontrolada. Como consecuencia, se pone en riesgo la biodiversidad desapareciendo especies autóctonas de fauna y flora, contaminación de aguas, vertidos de residuos por las empresas, agotamiento de los yacimientos mineros, dependencia de las energías no renovables de forma acuciante y sobrexplotación de recursos naturales como la superproducción de cultivos agrícolas o granjas animales, deforestación y explotación de masas forestales, y empleo de técnicas industriales para la explotación de mares para la pesca.
Basuras y la filosofía de las 4Rs (Reducir, Reutilizar, Reciclar y Recuperar).
Cuando producimos y consumimos, generamos residuos, muchos de ellos no se integran en el ciclo de reciclar o lo hacen a un ritmo tan lento, que hace generar un problema al entorno. Casi todos los residuos provienen del consumo. Los países desarrollados producen muchos más residuos que los países en vías de desarrollo, siendo injusto el equilibrio entre el uso de los recursos con la producción de residuos. En España, el 5% de los residuos son basuras que generamos en las casas, y el resto son otro tipo de residuos producidos por la industria, la ganadería y la agricultura, escombros de la construcción, etc. El 40% de estos residuos van a parar a vertederos de forma incontrolada y el 60% se tratan en instalaciones. Sin embargo, estos residuos no desaparecen de nuestro entorno. Muchos de ellos se entierran o se incineran produciendo gases o sustancias tóxicas para el suelo y los acuíferos.
Pero la basura puede ser también fuente de riqueza. Por ejemplo, se pueden promover proyectos de recogida selectiva para su tratamiento, generando puestos de trabajo y reutilizando esas basuras para otros fines sin tener que utilizar nuevos recursos.
Sin embargo, hay otras acciones más positivas para producir menos basuras.
- Una de ellas es reducir el consumo. Mejor ahorrar que reciclar. Evita el empaquetamiento excesivo cuando adquieras productos.
- Fabricar productos más duraderos, reutilizables, no tóxicos, con materiales renovables, sin obsolescencia programada, que mantenga al máximo su vida útil.
- Crear leyes y normas que obliguen a las empresas a investigar en tecnologías limpias y promuevan el uso de energías más renovables.
- Utilizar energías renovables para los transportes y crear un marco normativo para la sobrexplotación de la agricultura, ganadería y pesca.
Pero también tenemos responsabilidades individuales que debemos asumir y transformar en nuestros hábitos y costumbres. Algunos de ellos pueden ser:
- Consumir los productos con técnicas ecológicas y solo aquellos que realmente se necesiten.
- Antes de tirar algo, intenta buscar repararlo, recuperarlo, intercambiarlo, regalárselo a alguien, reutilizarlo.
- Cuando vayas a comprar intenta buscar productos a granel o fíjate bien en cuántos envoltorios o tipo de empaquetado.
- Usa los tipos de de reciclaje que te ofrece tu municipio o localidad: papel, vidrio, ropa, puntos limpios para muebles y electrodomésticos, orgánica, etc.
- Solicita a los gobernantes de tu localidad políticas para ayudar a crear mayor conciencia (campañas de publicidad, repoblación de especies, etc.)
- Participa activamente como ciudadano en las convocatorias que publican las diferentes instituciones como la U.E. o los Ministerios.
- Sugiere ideas o proyectos a diversas asociaciones u ONG que puedan llevarse a la práctica.