¿Por qué Europa está perdiendo población?
En torno al año 1900, Europa alcanzó los 400 millones de habitantes, situándose en los 600 millones a principios de los años setenta del siglo XX y en los 700 millones a finales de esa centuria. Sin embargo, desde entonces la tendencia demográfica europea es al estancamiento e, incluso, a la pérdida de población. De hecho, según estimaciones de la ONU, la población de Europa será inferior a los 650 millones de habitantes al terminar este siglo.
Dos son las causas que están llevando al estancamiento del crecimiento demográfico europeo:
Tasa de fecundidad
Una de las causas está en la reducción que, desde 1960, viene experimentando la tasa de fecundidad. De hecho en esa década el número de hijos por mujer se situaba ligeramente por encima del 2,5, reduciéndose a 1,7 en 1990 y a 1,5 en 2020. Según estimaciones de Naciones Unidas, esa cifra se mantendrá constante hasta mediados del siglo actual, por lo que no se alcanzará la tasa de relevo generacional, que se sitúa en el 2,1.
Tasas de natalidad y mortalidad
La tasa de natalidad, indicador íntimamente relacionado con lo que se acaba de comentar, se ha reducido del 10,5‰ en 2010 al 9,1‰ en 2020. Este dato es, en sí mismo, muy significativo, pero adquiere un mayor valor si añadimos que, en la actualidad, la tasa de mortalidad en Europa se sitúa por encima del 11%. En definitiva, una natalidad dos puntos más baja que la mortalidad nos lleva a una conclusión clara: el crecimiento natural en Europa es negativo.