El Renacimiento en España se ligó a la llegada de artistas italianos a la península ibérica y al viaje de otros españoles a Italia, lo que marcó el inicio de la influencia del arte del Quattrocento y el Cinquecento en nuestro territorio. No obstante, dicho estilo adquirió características singulares aquí, como, por ejemplo, el predominio de la temática religiosa.
En lo que se refiere al contexto, el Renacimiento se ligó también a la consolidación y expansión de la monarquia autoritaria. Así, junto con la Iglesia, los reyes y la corte, los reyes fueron grandes demandantes de obras de arte. Además, la expansión territorial de los Austrias supuso la llegada de este estilo artístico a América, donde se construyeron grandes catedrales en las ciudades más importantes que se acababan de fundar. De esta manera, el arte renacentista sirvió también para dar una imagen de poder y de grandeza imperial.
Aunque el Renacimiento tuvo un importante desarrollo en la América española, en esta ocasión nos centraremos únicamente en al arte peninsular.
La arquitectura
La arquitectura del Renacimiento español se dividió en tres fases en las cuales se desarrollaron diversos estilos:
Plateresco: todavía conservaba características góticas, pero introduciendo las novedades del Renacimiento. Su nombre se relacionó con el tipo de decoración, ya que sus relieves simulaban el trabajo de los artesanos de la plata. Se trató de unos bajorrelieves planos, con abundantes figuras animales y vegetales, medallones, escudos... Sus arquitectos más conocidods fueron Juan de Álava y Diego de Siloé.
Clasicista o purista: fue el que más se pareció a la arquitectura grecorromana, ya que, igual que en el Renacimiento italiano, se adoptaron muchos de sus elementos, como las columnas y los frontones. Dicho estilo muestra su monumentalidad, serenidad, equilibrio, geometrismo... Entre sus arquitectos, destacaron: Alonso de Covarrubias, Pedro Machuca y Andrés de Valdelvira.
Herreriano: se trató de un estilo que buscaba la elegancia a través de la sobriedad y la sencillez decorativa, en el cual predominaban los elementos constructivos, puesto que los ornamentales casi desaparecieron. Sus techos suelían ser de pizarra, contrastando con el tono claro de la fachada. Recibió el nombre de su mayor representante, Juan de Herrera, quien realizó el monasterio de El Escorial. Otro de sus arquitectos fue Francisco de Mora.
¿SABRÍAS A QUÉ ESTILO PERTENECEN?
Observa las siguientes imágenes y, a partir de las características mencionadas anteriormente, di si los siguientes edificios pertenecen al estilo plateresco, clasicista o herreriano.
Imagen de la derecha: estilo herreriano.
Imagen central: estilo plateresco.
Imagen de la izquierda: estilo clasicista o purista.
La escultura
El fervor religioso se manifestó sobre todo en la escultura, la cual intentó plasmar los sentimientos de los personajes en las diferentes escenas bíblicas. Así, frente al idealismo italiano, la escultura renacentista española era mucho más emotiva y realista, ya que intentaba mostrar las pasiones humanas. Además, también se caracterizó por la creación de retablos y monumentos funerarios. Pero en lo que más la definió fue la imaginería, es decir, la talla de esculturas de bulto redondo en madera policromada. Por último, y siguiendo con el color, el dorado fue una constante en las piezas de dicho momento. Entre sus muchos autores destacaron: Bartolomé Ordónez, Alonso Berruguete y Juan de Juni.
¿VES LAS DIFERENCIAS?
Te proponemos dos esculturas renacentistas, una italiana y una española. Compáralas ¿En qué se parecen y en qué se diferencian?
Las semejanzas entre las dos piezas son la temática religiosa, la perfección en los pliegues y figuras y el hecho de que sean esculturas de bulto redondo.
Las diferencias son:
En cuanto a los materiales y el color, la obra de Miguel Ángel es de mármol y, por lo tanto, no está pintada, mientras que la de Berruguete es una talla (madera) policromada.
Aunque ambas muestran dos escenas de dolor (Cristo muerto con su madre y el sacrificio de Isaac), en la obra de Miguel Ángel los personajes están totalmente idealizados. Sin embargo en la de Berruguete, las dos figuras son mucho más expresivas y de un gran dramatismo y realismo.
La pintura
Como la escultura, la pintura del Renacimiento español fue profundamente religiosa. En el siglo XVI se adoptaron la perspectiva, la luz y el color de la pintura italiana. Muchos de los pintores conocidos trabajaron en la corte e hicieron retratos de la familia real y también artistas italianos realizaron obras para ella; el más famoso es Tiziano. Entre los pintores españoles destacaron: Juan de Juanes, Pedro Berruguete, Juan de Borgoña, Alonso Sánchez Coello, Luis Morales, y Juan Pantoja de la Cruz. Pero de manera indiscutible, la artista con un estilo más personal fue El Greco.
Domenico Thetokópulos, conocido como El Greco, fue un gran genio de la pintura de todos los tiempos, aunque en su momento sus obras fueron muy criticadas. Nació en Creta, tuvo un periodo de aprendizaje en Italia y, luego, se instaló en Toledo, donde pintó sus grandes piezas. Desarrolló un estilo totalmente propio, caracterizado por sus figuras extramadamente alargadas, delgadas y sus escenas vaporosas con telas flotando. A través de una gama cromática fría, transmitía misticismo, patetismo y una gran espiritualidad. Algunas de sus obras más conocidas fueron: El expolio, Entierro del Conde Orgaz, El caballero de la mano en el pecho, Vista de Toledo, Bautismo de Cristo o La adoración de los pastores.
Aquí te mostramos el cuadro del Entierro del Conde de Ozgaz. Describe la escena ¿Qué está representando? La obra se divide en dos espacios, ¿qué representa cada uno de ellos? ¿Cómo son las figuras? ¿Hay grandes partes de cuadro vacías o destaca la gran cantidad de personajes? ¿Cuáles son los tonos predominantes?
Luego busca por lo menos seis obras más del artista. Anota su título y obsérvalas ¿En qué se parecen? ¿Se repiten las características anteriomente mencionadas?
En el Entierro del Conde de Orgaz se observa una obra totalmente llena de personajes y dividida en dos espacios, uno terrenal y otro celestial. En el primero se muestra, en el centro, un caballero fallecido, el Conde de Orgaz, que está siendo sostenido por dos altos cargos de la Iglesia. Dichas figuras están rodeadas por una multitud de personajes ilustres y eclesiásticos que están observando la escena. En el plano celestial, se observa a Cristo en el medio, junto a María y toda una serie de personas y ángeles que ya están en el cielo y esperan la llegada del que ha fallecido. Las figuras son todoas alargadas, sobre todo, las que están en el plano superior y los colores predominantes son el azul, el gris y el negro, por lo que el cuadro adquiere cierta tristeza, aunque destacan algunos ropajes amarillos o rojos.
Las obras de El Greco reproducen las características comentadas respecto al alargamiento de las figuras, al cromatismo y a la sensación de vaporosidad.