Las críticas a la Iglesia
Desde el final de la Edad Media, la religiosidad europea conoció un momento de crisis espiritual, o un sentimiento de decepción con la Iglesia, que se agravó y se hizo totalmente evidente en el siglo XVI. Las causas de dicho decaimiento fueron:
- Compraventa de cargos eclesiásticos. En la mayoría de los casos, los diferentes rangos dentro de la Iglesia se adquirían pagando y no mediante los méritos propios. Así se podía acceder a obispo o cardenal con dinero. Además, muchos de sus compradores carecían de vocación religiosa y solamente accedían al cargo por las ventajas que este otorgaba.
- Lujo exagerado del que disfrutaban los altos cargos de la Iglesia, y que contrastaba con la pobreza de la mayor parte de la sociedad.
- Relajación y costumbres inmorales del clero, que ya no servía de ejemplo a los feligreses.
- Falta de cultura y de formación religiosa de los sacerdotes, pues, en muchos casos, no contaban con una sólida formación teológica.
- Venta de bulas e indulgencias. Se trataba de un mecanismo por el cual la Iglesia perdonaba los pecados de una persona mediante el pago de una cantidad de dinero. Así, quien compraba la indulgencia se aseguraba que llegaría al cielo. También, las personas podían adquirir estas concesiones para familiares vivos o muertos, y evitarles pasar años en el purgatorio purificándose. De esta manera, la Iglesia recaudaba importantes cantidades de dinero.