La minería es la actividad económica encargada de la obtención y extracción de minerales y combustibles fósiles. Si bien es cierto que trabaja con materias primas y, por tanto, debería pertenecer al sector primario, su fuerte relación con la industria hace que se la considere una actividad más del secundaria.
Los tipos de minas que nos encontramos son:
- A cielo abierto: minas que están en la superficie y al aire libre.
- Subterráneas: minas con túneles excavados en el interior de la corteza terrestre para la obtención de minerales.
- Torres de prospección: pueden ser en tierra o mar y mezclan los tipos anteriores porque, pues, si bien las torres están en la superficie, la obtención de los combustibles fósiles se realiza en el interior de la tierra. Principalmente se utilizan para la obtención de petróleo y gas.
Los productos que más se suelen extraer en las minas son:
- Para la energía: petróleo, gas, uranio y carbón.
- Para la metalurgia (trabajo del metal): hierro, cobre, plomo, bausita.
- No metálicos: fosfatos, nitratos y sales potásicas para usos en fertilizantes, principalmente.
Los principales problemas y retos con que se encuentra la minería son:
- El agotamiento de las minas, sobre todo en Europa. Esto lleva a que exista un gran número en funcionamiento en países en vías de desarrollo o subdesarrollados, pues han comenzado su explotación mucho más tarde.
- La contaminación generada por los residuos (relave) creados en el procesos de extracción y obtención de estos productos, afectando al medio ambiente y a la salud de las poblaciones cercanas a las minas.
- La reconversión del sector cuando se agotan las minas o para evitar el alto porcentaje de desempleo en una zona minera, consiguiendo adaptarse a cambios en la economía de la zona.