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El impacto humano

"La huella"

Hace unos años se acuñó un término que poco a poco ha ido instalándose en las sociedades de todo el mundo: la huella ecológica. El concepto mide el impacto que sobre el medio ambiente puede provocar una persona, relacionando su forma de vida, sus acciones cotidianas y el consumo de productos y servicios que a lo largo de nuestra existencia "dejamos sobre la tierra". Si se mide la cantidad de emisiones de CO2 asociadas a dichas actividades, estamos hablando de huella de carbono. De lo que no queda duda es que nuestra presencia sobre la Tierra se deja sentir.

Huella de carbono y el consumo de alimentos
Wikimedia Commons/ Tommaso Sansone91. Carbon footprint scale of meat eating icon (CC0)


Desde una perspectiva histórica, es evidente que el momento clave, el que cambió para siempre nuestra relación con el medio ambiente, fue la Revolución Industrial en el siglo XIX. Hasta ese momento, nuestra "huella" puede ser considerada débil. Sin embargo, en los últimos doscientos años, la evolución de dicha relación ha sido claramente desfavorable hacia la naturaleza y todo tipo de ecosistemas, hasta el punto de que, llegados prácticamente al primer cuarto del siglo XXI, muchos de ellos han desaparecido y otros se encuentran gravemente amenazados.

Fuego de turba humeante
Wikimedia Commons/ U.S. Fish and Wildlife Service Northeast Region. Fuego de turba humeante (CC BY)

Hay una serie de factores que hay que tener en cuenta a la hora de explicar nuestro impacto sobre la Tierra y el grado del mismo. Incidir sobre ellos puede cambiar la forma en la que se afecta y modifica el medio ambiente. Uno de ellos es el constante crecimiento de la población mundial y, con ello, la demanda de todo tipo de productos, bienes y servicios, empezando por el más básico: el alimento.  Otro, sin duda, viene asociado a la demanda de energía, que, en los últimos tiempos, ha mostrado nuestra más absoluta dependencia tanto del suministro, como del precio. Por último, los avances tecnológicos de los últimos 150 años nos han hecho creer que la tecnología por sí solucionaría todos nuestros problemas, sin pensar en las consecuencias. Un ejemplo lo tenemos en el agotamiento de determinados recursos naturales.

Mercado de alimentos en Gamo
Wikimedia Commons/ Mir Koks. Mercado de alimentos en Gamo (CC BY-SA)

Y todo ello concluye con alteraciones medioambientales y auténticas amenazas que se ciernen sobre la Tierra desde diferentes "flancos". La contaminación atmosférica, ya vista en el recurso sde este itinerario centrado en el cambio climático sería la más acuciante por su impacto global. Pero no es la única; también están: la contaminación y agotamiento de recursos hídricos. Asimismo, hay que considerar la contaminación de los suelos, que tiene como síntoma más evidente la desertización, y, por último, la desaparición de especies de fauna y flora, en un genocidio de la biodiversidad.

Daños ambientales

Los recursos hídricos

Un ser humano puede pasar un tiempo considerable sin ingerir alimento, pero no puede pasar sin tomar agua. Es el recurso natural más necesario que existe, siendo además finito. Pese a que nuestro planeta es tres cuartas partes agua, solamente el agua dulce de las áreas continentales es apta para la vida, y no solamente la nuestra. Además, es un recurso mal repartido, de modo que las capacidades tecnológicas que permiten el acceso a él marcan la línea entre la vida y la muerte, entre países ricos y pobres. La acción rutinaria de "abrir un grifo" en las sociedades avanzadas es un lujo para millones de habitantes de nuestro planeta, especialmente en grandes extensiones geográficas de Asia y África.

Orificio de bomba manual
Wikimedia Commons/ Musahfm. Orificio de bomba manual (CC BY-SA)

La escasez de agua está asociada, por una parte, al cambio climático. Uno de los fenómenos climáticos que, de forma más continuada en el tiempo y en el espacio, se está produciendo es la sequía. Estos periodos prolongados sin precipitaciones están observándose a lo largo y ancho de toda la geografía planetaria, tanto en lugares que la sufren casi de manera estructural, como en otros no acostumbrados a ella, como en amplias zonas del continente europeo, especialmente de latitudes elevadas. Y en segundo lugar, es debida al consumo de agua, fruto de la acción humana en su sentido amplio: en el ámbito urbano, en la agricultura y en los procesos industriales. Cada vez se utiliza más un recurso que es escaso y que cada vez lo será más.

Planta desalinizadora en Perth, Australia
Wikimedia Commons/ Calistemon. Planta desalinizadora en Perth, Australia (CC BY-SA)


La inversión en obras hidráulicas es clave para mejorar y, sobre todo, optimizar este recurso. En muchos países se está mirando al agua de los océanos como una solución de presente y de futuro, a través de las desaladoras. El problema estriba en el elevado coste de dicha tecnología, así como en las altas emisiones de CO2 y de consumo energético que requieren estas plantas. Pero, sin duda, más allá de conseguir "más agua", el objetivo debe ir encaminado a reducir el consumo, es decir, a racionalizar de forma eficiente el gasto de agua, tanto en actividades agrarias como industriales, y por supuesto, en el ámbito urbano, lo que equivale a reducir nuestro consumo directo de agua.

La erosión del suelo: deforestación y desertización

El año 2022 en Europa ha sido trágico: se han quemado más de 600.000 hectáreas en los incendios producidos durante los meses de verano. El daño medioambiental es por partida doble. Por un lado, está la desaparición de masa forestal que tardará décadas en recuperarse y, en segundo lugar, la propia emisión de millones de toneladas de CO2 por la combustión de los mismos. No hay que olvidar tampoco el impacto económico y emocional de la población de las áreas afectadas.

Incendio forestal en Ponte Sampaio, Pontevedra.
Wikimedia Commons/ Contando Estrelas. Incendio forestal en Ponte Sampaio, Pontevedra. (CC BY-SA)

El crecimiento demográfico y la demanda de productos agrarios han provocado en los últimos tiempos la conversión forzosa de espacios forestales en zonas de cultivo, y el paso previo es la roturación, la cual se realiza con talas y quema de bosques. El mejor ejemplo lo encontramos en las grandes selvas de la zona intertropical. Un efecto secundario de la práctica descrita está en la desaparición de la biodiversidad, que se ve afectada por dichos cambios.

La degradación del suelo, o mejor dicho la "contaminación del suelo", es otro hecho a tener en cuenta. La acción del ser humano con el uso de agentes químicos como fertilizantes y plaguicidas en la agricultura y ganadería intensiva, y los vertidos y residuos en las explotaciones mineras e industriales que deterioran el suelo y las capas inferiores del mismo, son la causa de la contaminación. Se trata de un impacto medioambiental de consecuencias muy graves y diversas, debido al deterioro del suelo como superficie encargada de fijar la vegetación, permitir el filtrado del agua e impedir la erosión.

Desierto de Tabernas, Almería
Wikimedia Commons/ Roy Luck. Desierto de Tabernas, Almería (CC BY)

La erosión de la superficie del suelo es el paso previo a la desertificación, la cual es irreversible. Casi un 25% de las tierras de la superficie terrestre son ya desierto o están a punto de serlo. La acción humana, anteriormente descrita, y los fenómenos meteorológicos extremos por su crudeza y extensión, como la sequía y las lluvias torrenciales, agudizan dichos efectos.

Investigamos: ¿cuánta agua gasto?

Duración:
30
Agrupamiento:
Pequeño grupo
Válvula exterior
Wikimedia Commons/ MarkBuckawicki. Válvula exterior (CC0)

Ser consciente de un problema pasa por el hecho de conocerlo, asumirlo e interiorizarlo. Cuando se pregunta a cualquier ciudadano cuánta agua gasta al día, la respuesta suele ser poco concreta: "poca o mucha".  Por ello, toca hacer un repaso del consumo de agua de forma individual, diaria y semanalmente, para, posteriormente, multiplicar por los miembros de la familia y llevar el cálculo de forma mensual.

Para ello, el trabajo se divide en tres fases:

  1. Recopilación de datos. Por un lado, hay que averiguar cuántos litros de agua consumen acciones del día a día, así como el consumo de agua de electrodomésticos que tienen en el agua su principal activo.
  2. Elaboración del informe. En él, los diferentes miembros del grupo deberán volcar y organizar la información para llegar a las conclusiones finales en relación al consumo tanto individual, como familiar en los periodos de tiempo establecidos.
  3. Presentación de las conclusiones y datos más relevantes en el grupo aula con el formato de gráfica (sugerido)

Nos ponemos a prueba

Pregunta

¿Qué momento histórico supuso un salto cualitativo y cuantitativo en nuestro impacto medioambiental?

Respuestas

La Revolución científica.

La Revolución industrial.

La Revolución neolítica.

Retroalimentación

Pregunta

¿Qué fenómeno natural está asociado de forma directa al agotamiento de los recursos hídricos?

Respuestas

La deforestación.

La destrucción de biodiversidad.

La sequía.

Retroalimentación

Pregunta

¿En qué se diferencia la huella ecológica de la del carbono?

Respuestas

Se trata del mismo concepto.

Una mide el impacto global y la otra las emisiones.

La huella de carbono mide solo el impacto del carbón.

Retroalimentación

Pregunta

¿Qué proceso permite obtener agua dulce a partir del agua del mar?

Respuestas

La desalinización.

La deshidratación.

El deshielo.

Retroalimentación

Pregunta

En esta lista hay un factor que poco o nada ha influido en el progresivo deterioro del medio ambiente por la acción humana. ¿Cuál?

Respuestas

El crecimiento demográfico.

La producción masiva.

La agricultura sostenible.

Retroalimentación

Pregunta

El suelo se ve "atacado" por varios fenómenos. En esta lista hay un error. Señálalo.

Respuestas

La contaminación.

La desertización.

La reforestación.

Retroalimentación

Pregunta

¿Qué problemas se asocian a los recursos hídricos? Señala el error.

Respuestas

El acceso al agua en todo el planeta.

El hecho de ser un recurso ilimitado al ser la Tierra tres cuartas partes agua.

El consumo desorbitado de agua.

Retroalimentación