Los ODS y la Agenda 2030: amenazas y oportunidades
Pese a la necesidad de tomar medidas definitorias para cumplir con la Agenda 2030, según se han comprometido la inmensa mayoría de países del mundo, existen dificultades y amenazas que ralentizan (e incluso impiden) que haya progresos. Entre las problemáticas más relevantes podemos citar:
- Los grandes acuerdos tomados por los países en relación con la Agenda 2030 son, a día de hoy, desconocidos por el gran público.
- Diversos organismos creen que los Derechos Humanos no están plenamente reconocidos en los ODS.
- La dificultad de erradicar la dependencia de los combustibles fósiles: toda nuestra economía se mueve alrededor de ellos, y cambiar en el corto plazo es complicado.
- La existencia de conflictos en regiones suministradoras de recursos clave para la industria actual. Por ejemplo, las guerras del coltán en la República Democrática del Congo.
No obstante lo anterior, hay aspectos que se consideran positivos. Entre estos podemos citar:
- Muchas grandes empresas ya están implicadas. Los ODS pueden suponer un nicho de negocio a explotar.
- Se está invirtiendo y trabajando para comunicar y mejorar la implantación de estas ideas en la educación.
- Los ODS tienen un carácter universal e inclusivo.
- Ofrecen un gran campo para la innovación.
- Ayudan a alcanzar acuerdos internacionales, al ser problemáticas globales las que buscan abordar.
- Los ODS sintetizan en una breve frase problemáticas identificadas hace mucho tiempo.