El Índice de Desarrollo Humano mide, esencialmente, tres elementos: salud, educación y riqueza. 

Para el elemento SALUD se suele emplear la esperanza de vida. Esto es así porque, teóricamente, más años vividos implican una mejor alimentación, una mejor atención sanitaria y menos riesgos potenciales para la salud y la vida (vivir en entornos de guerra, por ejemplo). 

El elemento EDUCACIÓN se calcula con dos variables: la tasa de alfabetización y los años de escolaridad. 

Por último, la RIQUEZA requiere un cálculo complejo. Básicamente, se toma el PIB, corrigiéndolo en base al poder adquisitivo de los ciudadanos de ese país, prestando especial atención a los ingresos de los más pobres.

Existen otros dos factores que se tienen en cuenta en los datos del IDH, y que sirven para complementar a este. Estos factores son:

• El IDH ajustado con la desigualdad (IDH-D), que tiene en cuenta los niveles de desigualdad existentes en la sociedad en los elementos clave: salud, educación y riqueza. Cuanta más desigualdades haya en un país, menor desarrollo humano tendrá.
• El IDH según el género. Considera los mismos aspectos mencionados anteriormente, pero divididos en hombres y mujeres. Permite observar las diferencias entre sexos dentro de un país determinado.