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Narrar sin literatura

 

No siempre que se cuentan historias se hace a través del lenguaje literario. Recordemos que para que un texto sea literario tiene que tener, para empezar, la intención de serlo. Es decir, debe tener pretensiones artísticas y manejar los recursos lingüísticos adecuados, aquellos que sorprenden al lector, que embellecen el lenguaje y que lo convierten en algo alejado de la cotidianidad. 

Aunque son muchos los géneros narrativos no literarios (textos periodísticos, prosa de pensamiento, relatos biográficos, etc.), nos detendremos ahora en las cartas, los diarios y los libros de viajes, textos que nacen para contar historias sin literatura, pero a los que, como veremos, la literatura acoge para contar historias. 

Las cartas

Las cartas son textos escritos que tienen como objetivo la comunicación entre dos personas, generalmente. El objeto y estilo de esa comunicación puede ser muy variado y dependerá de si se quiere conversar en el contexto laboral o personal, por ejemplo. Se trata, además, de un género narrativo que ha cambiado con los avances tecnológicos; en la actualidad, por ejemplo los correos electrónicos han sustituido al papel. 

Nuestra tradición está repleta de famosas misivas, como las que Mozart le enviaba a su hermana y donde se ve que también ella era una prodigiosa pianista. O las que Emilia Pardo Bazán se mandaba con su amante, Benito Pérez Galdós, llenas de complicidad, picardía y algo de literatura, como no podía ser de otro modo:

MemorAnda. Emilia Pardo Bazán y Benito Pérez Galdós. Correspondencia amorosa. (Licencia de YouTube estándar)

Los diarios personales

No todas las autobiografías son impresas y distribuidas por famosas editoriales, muchas veces, en los cajones de las mesillas de cualquier persona puede esconderse una autobiografía a modo de diario. 

En los diarios se escriben, de manera fragmentaria, las experiencias, pensamientos, sueños, sentimientos o deseos de la persona que los protagonizan. Una de sus peculiaridades, además, es que se indica la fecha en la que se ha dejado constancia de estas reflexiones. 

Aunque en sus inicios los diarios eran físicos, es decir, se escribían en libretas, en la actualidad los blogs e incluso las redes sociales funcionan como diarios, porque allí los usuarios escriben e ilustran lo mismo que antes se escribía en un papel. 

Muchas obras literarias, como Drácula (Bram Stocker), parten de este formato, aunque lo que allí se explica es ficción. Otros diarios, como el de Ana Frank, son reales, pero se convierten en literatura y en lectura imprescindible, por ser testimonio de la historia:

TikTak Draw. Ana Frank Draw My Life (Licencia de YouTube estándar)

Como avanzábamos, también las redes sociales desempeñan el papel de diario. De hecho, ha sido Instagram la plataforma escogida para explicar una historia muy similar a la de Ana Frank, pero en este caso ficticia, como vemos en la cuenta de @eva.stories.

Los diarios de viajes

Los libros de viaje relatan las experiencias, reflexiones, vicisitudes e impresiones acontecidas a un viajero durante su visita a otro lugar. Este tipo de relatos, más o menos literarios según autores y ocasiones, se escriben desde el principio de los tiempos y cobran protagonismo a partir de los grandes descubrimientos, como el del nuevo mundo. 

El libro de viaje nace del relato de hechos reales y como testimonio, no solo de acontecimientos importantes, sino también de lenguas, costumbres, paisajes, etc. Es, por ello, que muchas veces aparece acompañado de dibujos, mapas, fotografías o, sencillamente de recuerdos importantes para su autor o autora. 

Como tantas otras veces, la literatura se adueñó del género para crear obras tan fantásticas como las de Jules Verne o incluso epopeyas, como la que está en la base del género que hemos trabajo, la Odisea, de Homero.

Recapitula

Lee el siguiente texto y rellena los huecos con las palabras adecuadas: 

Las son textos escritos que tienen como objetivo la entre dos personas, generalmente. El objeto y de esa comunicación puede ser muy y dependerá de si se quiere conversar en el laboral o personal, por ejemplo. Por otro lado, los describen, de manera , las experiencias, pensamientos, sueños, sentimientos o deseos de las personas que los protagonizan. Una de sus peculiaridades, además, es que se indica la en la que se ha dejado constancia de estas reflexiones. Por último, los libros de relatan las experiencias, reflexiones, vicisitudes e impresiones acontecidas a un durante su visita a otro lugar. Este tipo de relatos, más o menos literarios según autores y ocasiones, se escriben desde el principio de los tiempos y cobran protagonismo a partir de los grandes , como el del nuevo mundo. 

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A mi yo

A mi yo del futuro

Aunque solemos utilizar las cartas para comunicarnos con otras personas, a veces es bueno hablar con nosotros mismos. Seguro que veis ahora en los adultos actitudes frente a la vida que no os gustan: trabajan muchas horas, no viajan lo suficiente, ya no hablan con sus amigos de siempre, riñen y exigen demasiado a sus hijos... Probablemente habéis pensado muchas veces todo lo que haréis en unos años, cuando trabajéis, cuando tengáis pareja, cuando podáis conducir. ¿Qué le diríais a vuestro yo del futuro? ¿Qué no queréis que se os olvide cuando seáis mayores?

Ficha para la actividad "A mi yo del futuro"
Anna Navarro Pascual. Ficha para la actividad "A mi yo del futuro" (CC BY-SA)

A mi yo del pasado

Por otro lado, quizá si vuestro yo del pasado supiese tantas cosas como sabéis ahora no hubiese padecido en algunos momentos, hubiese elegido otro camino, hubiese estudiado un poquito más o quizá hubiese repetido todos y cada uno de los pasos que dio porque, definitivamente, fueron los mejores. Podéis escribirle una carta, os ayudará a reflexionar y a pensar en todo lo bonito y lo no tan bonito de vuestra vida. 

Ficha para la actividad "A mi yo del pasado"
Anna Navarro Pascual. Ficha para la actividad "A mi yo del pasado" (CC BY-SA)

Ficha para la actividad "A mi yo del futuro, a mi yo del pasado" (PDF descargable)"

Viaje a mi lugar favorito

Hemos llegado al final de este viaje a lo largo de la historia de las historias aunque, como dijo Kavafis en su poema Ítacalo importante no es llegar a la isla, sino el camino que nos ha llevado hasta nuestro destino. 

Esta es una lección que entendemos a la perfección cuando emprendemos un viaje: aunque deseamos llegar a nuestro punto de llegada, cuando echemos la vista atrás recordaremos cada paso, cada carcajada y cada obstáculo que superamos en el trayecto. 

Explica en un pequeño libro de viaje cuál sería tu Ítaca y qué pondrías en tu maleta; describe los paisajes y cuenta cómo son las costumbres y las gentes con las que te has encontrado. Aquí te dejamos una plantilla que puedes descargar, aunque quizá prefieres crear con tus manos tu propio libro de viaje: 

Plantillas para la actividad "Viaje a mi lugar favorito" (PDF descargable).

Ficha 1 para la actividad "Viaje a mi lugar favorito"
Anna Navarro Pascual. Ficha 1 para la actividad "Viaje a mi lugar favorito" (CC BY-SA)
Ficha 2 para la actividad "Viaje a mi lugar favorito"
Anna Navarro Pascual. Ficha 2 para la actividad "Viaje a mi lugar favorito" (CC BY-SA)
Ficha 3 para la actividad "Viaje a mi lugar favorito"
Anna Navarro Pascual. Ficha 3 para la actividad "Viaje a mi lugar favorito" (CC BY-SA)
Ficha 4 para la actividad "Viaje a mi lugar favorito"
Anna Navarro Pascual. Ficha 4 para la actividad "Viaje a mi lugar favorito" (CC BY-SA)
Ficha 5 para la actividad "Viaje a mi lugar favorito"
Anna Navarro Pascual. Ficha 5 para la actividad "Viaje a mi lugar favorito" (CC BY-SA)

Ficha 6 para la actividad "Viaje a mi lugar favorito"
Anna Navarro Pascual. Ficha 6 para la actividad "Viaje a mi lugar favorito" (CC BY-SA)