Saltar la navegación

La Escuela de Traductores de Toledo y Alfonso X

La Escuela de Traductores de Toledo

En la península ibérica, los géneros en verso precedieron con mucho a la prosa romance escrita, de la que, con la excepción de las glosas (anotaciones del siglo X), no hay testimonios hasta el siglo XIII. Anteriormente, en los reinos cristianos el latín era el único vehículo de la prosa escrita, pues las lenguas romances eran aún incipientes y tardaron en considerarse dignas de transmitir el saber cultural. A partir de entonces, sin embargo, el romance va sustituyendo al latín en tratados y obras históricas, con lo que amplía el horizonte de la literatura escrita en prosa, que incluye campos que quedaban fuera de la lírica y la narrativa en verso, como la ciencia, la historia y el pensamiento.

La confluencia entre la cultura árabe y cristiana tuvo un papel importantísimo en esta transformación. Castilla se convirtió en el centro cultural del mundo árabe y la Escuela de Traductores de Toledo vino a ser el punto de unión entre las tres culturas (musulmana, judía y cristiana) que convivían en esta ciudad, conquistada por Alfonso VI en 1085, y que necesitaron un puente de conexión entre los hombres cultos formados en sus respectivas lenguas (árabe, hebreo y latín). Así fueron surgiendo los borradores en romance castellano, aunque seguían produciéndose versiones en latín.

El fundador y padre de la Escuela fue Raimundo de Sauvetât, monje francés que, en la primera mitad del siglo XII, contribuyó a convertir lo que era una actividad esporádica, la traducción, en un trabajo sistemático de eruditos y escribas que se trasladaron a la ciudad, siguiendo el ejemplo de la Escuela de Chartres (Francia). Posteriormente, Domingo Gundisalvo introdujo, como director de la Escuela, el pensamiento árabe en el mundo latino. 

Así pues, a partir del siglo XII, la península se convierte en la puerta de entrada de textos científicos y humanísticos árabes, hebreos, persas e hindúes, así como del pensamiento griego clásico, que llegó a través de textos árabes a partir de fuentes persas que, a su vez, eran traducciones o versiones de los griegos. Este impulso intelectual transformó no solo el pensamiento y cultura de la península, sino de toda Europa.

Es de señalar que, al parecer, la Escuela de Traductores de Toledo no existía en un edificio como tal, sino que se le da ese nombre al grupo de eruditos que se concentró en la ciudad para llevar a cabo su labor. Actualmente, Toledo ha retomado la institución de la Escuela de Traductores, inserta en la Universidad de Castilla-La Mancha.

Plano medieval de Toledo
Wikimedia Commons / Georg Braun. Plano medieval de Toledo (Dominio público)

Alfonso X el Sabio

El rey de Castilla y de León entre 1252 y 1284, Alfonso X el Sabio, fue el gran impulsor de la prosa castellana. Antes de su reinado, durante el de su padre, Fernando III, ya se dieron algunas primeras manifestaciones en prosa, de tendencia didáctica y doctrinal, de Historia u obras narrativas, entre las que destacan el Sendebar Libro de los engaños, una recopilación de relatos de corte misógino, pues tiene como fin enseñar que las mujeres son embusteras y pérfidas, y el Libro de Calila e Dimna, una colección de fábulas e historias indias que el propio Alfonso hizo traducir del árabe siendo aún infante y donde se encuentra la semilla de cuentos populares que han llegado hasta hoy en día.

Las siete partidas
Wikimedia Commons / Alfonso X el Sabio. Miniatura de Las siete partidas (1256-1265) (Dominio público)

El reinado de Alfonso X fue un fracaso en lo político y, sin embargo, un prodigio en lo cultural. El rey congregó en su corte a sabios de muy diversas procedencias para llevar a cabo su proyecto personal: reunir, ordenar y traducir toda la ciencia conocida hasta el momento. En cuanto a la lengua, durante su reinado el castellano adquirió la categoría de idioma nacional, pues el monarca puso mucho empeño en lograr la unidad lingüística en los reinos cristianos y en dotar a la lengua de estatus social y cultural.

Alfonso X intervenía personalmente en su proyecto. Los sabios árabes y judíos traducían para él textos árabes y hebreos, muchos de los cuales provenían de la cultura griega, y el Sabio los seleccionaba y los escribía o hacía escribir en castellano. Le preocupaba la propiedad de las palabras, y elegía las que habían evolucionado al castellano frente a los latinismos. Había que encontrar el lenguaje para poner por escrito todo un mundo que hasta el momento nunca había sido dicho en castellano. En el resultado se observa que hay giros que vienen directamente del árabe o del latín, y que se integran expresiones provenientes de la épica juglaresca. Aunque las obras se conservan con el nombre del monarca, no significa que todas las escribiera él, sino que fue inspirador, coordinador y corrector del proyecto. 

Estas obras creadas bajo el mando de Alfonso X el Sabio atienden a diversos géneros:

  • Obras jurídicas: inspirado en el Derecho Romano, Las partidasLibro de las leyes recopila todas las normas jurídicas del momento y sirvió a juristas y reyes posteriores para conocer en profundidad el Derecho. Además, gracias a esta obra conocemos muchos detalles de la vida cotidiana del momento, ya que regula multitud de aspectos del día a día.
  • Obras históricas: hasta el momento, los libros sobre Historia habían sido redactados en latín y comenzaban con los reyes godos. En su Crónica general de España, Alfonso X atiende a todos los reinos de la península y amplía el ámbito temporal hasta los orígenes más remotos ("Compusiemos este libro de todos fechos que fallar se pudieron della desdel tiempo de Noé"). Aprovecha textos de escritores, geógrafos y viajeros desde la Antigüedad clásica, fuentes árabes e historiadores nacionales. Y recoge también, en un caso único en Europa, las historias de los cantares de gesta, en lo que se ha llamado "las prosificaciones". La otra gran obra de Alfonso X sobre Historia es la Grande e general historia, que intenta ser una historia completa del mundo, desde su creación según las creencias cristianas hasta el Antiguo Testamento. Incluye relatos mitológicos modificados, y relatos de muchos pueblos de la Antigüedad. Es un libro muy detallado, con explicaciones imaginativas y muchas digresiones.
  • Tratados científicos y de otras materias: con una mezcla entre la ciencia del momento y superstición, estas obras tratan sobre astronomía (Libros del saber de astronomíaTablas alfonsíes), piedras preciosas (Lapidario) e incluso sobre juegos de mesa (Libros de açedrex, dados y tablas).
  • Cantigas de Alfonso X el Sabio: aunque no está en prosa, este fue el libro más personal del rey Alfonso. Son más de cuatrocientas composiciones, la mayoría de ellas dedicadas a la Virgen María. Muchos de los relatos y temas de las Cantigas han inspirado la literatura castellana posterior.

Siete manuscritos en busca de su libro

Manuscrito Sendebar
Wikimedia Commons / Taller de don Fadrique, hermano de Alfonso X el Sabio. Manuscrito Sendebar (Dominio público)

Rebuscando en una librería muy antigua, hemos encontrado siete fragmentos de manuscritos medievales. No sabemos a qué libro pertenecen y necesitamos vuestra ayuda para relacionarlos con las obras que tenéis nombradas en negrita en la parte de contenido, en el apartado anterior a este. Accede a los textos en PDF y archivo editable.

Será mejor si os dividís el trabajo y cada grupo se encarga de uno de los fragmentos. Tendréis que leerlo atentamente y contestar a las siguientes preguntas:

  • ¿Qué dice el texto? Para comprenderlo mejor, podéis leerlo en la versión en castellano actual que tenéis a la derecha. La técnica de lectura compartida es una buena manera de ir leyendo en grupo y resumiendo. Si no comprendéis alguna palabra o frase, preguntad a vuestro/a docente.
  • Elegid algo de su contenido, de su mensaje o de la forma en la que lo cuenta que os llame la atención y explicad por qué.
  • Volved sobre el apartado anterior para decidir a qué libro creéis que pertenece vuestro fragmento, y razonad por qué.
  • Recopilad algo más de información sobre el libro. Podéis consultar la Wikipedia u otras fuentes que consideréis fiables, con ayuda de vuestro/a docente.
  • Por último, presentad a la clase de forma oral el resumen de vuestro fragmento y las respuestas a las preguntas anteriores.

Para guiaros en el trabajo, podéis descargaros la siguiente plantilla:

Plantilla de tarea

Plantilla en pdf y plantilla en documento editable.

Fuentes bibliográficas de los fragmentos