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Niebla

Un poco de niebla

Antecendentes

Unamuno escribe Amor y pedagogía, como hemos visto, en 1902, y es una obra en la que presenta una serie de novedades formales, como incorporar a la narración los elementos del prólogo, el epílogo o ensayos. Esto provoca que parte de la crítica concluyera que esa obra no podría considerarse  propiamente como novela, por lo que el autor llamaría nivola a su siguiente obra: Niebla, en 1914.

Argumento

La novela narra la vida de Augusto Pérez, un joven rico licenciado en Derecho. Un día, paseando sin rumbo, conoce a Eugenia Domingo del Arco, de la que se enamora. Intenta conseguir el aprecio de la joven, pero ella ya tiene pareja: Mauricio; sin embargo, al interesarse Augusto por una de las sirvientas, ella siente celos y acaba siendo su novia, tras lo cual pone incluso fecha de boda. Justo antes de que esta se celebre recibe una carta de Eugenia en la que le explica que ha vuelto con Mauricio y se va con él.

Esto le hace sumergirse en una crisis y plantea suicidarse, pero, antes de consumar este caso, se desplaza a Salamanca para visitar a Unamuno (el propio autor aparece como personaje), con quien dialoga, siendo este uno de los pasajes más memorables de la obra. En este diálogo Unamuno interpreta el papel de Dios, y Augusto, el de criatura, y durante esta conversación le comunica que él, Augusto, en realidad no existe, sino que en realidad es producto de su creación y que su destino es la muerte, no el suicidio. Tras una intensa discusión el protagonista avisa a Unamuno y a los lectores de que ellos también morirán. Finalmente deja Salamanca confuso y vuelve a su casa, donde muere: "Y se disipó en la niebla negra".

Personajes

  • Augusto Pérez es el protagonista de la novela; representa las inquietudes existenciales de Unamuno: se enfrenta a sí mismo y plantea sus miedos. Al final de su vida comprende que su vida era una ficción de la que no tiene las riendas y acaba con su vida:

" Lo de mi señorito ha sido un suicidio y nada más que un suicidio. Ponerse a cenar como cenó viniendo como venía es un suicidio y nada más que un suicidio. ¡Se salió con la suya!"

  • Eugenia Domingo del Arco. Es una joven que intenta vivir de forma honrada impartiendo clases de piano a pesar de odiar la música. Augusto la encuentra admirable y consigue que ella sienta algo por él, llegando a poner fecha de boda, pero no se percata de que la joven es cómplice de una trampa que han preparado contra él: Mauricio ha conseguido convencerla de que solo con él vivirá sin ahogos ni penurias, algo que no tiene asegurado si se queda con Augusto, lo que hace que Eugenia lo traicione para irse con Mauricio justo antes de la boda.

"Apreciable Augusto: Cuando leas estas líneas yo estaré con Mauricio camino del pueblo adonde este va destinado gracias a tu bondad, a la que debo también poder disfrutar de mis rentas, que con el sueldo de él nos permitirá vivir juntos con algún desahogo. No te pido que me perdones, porque después de esto creo que te convencerás de que ni yo te hubiera hecho feliz ni tú mucho menos a mí. Cuando se te pase la primera impresión volveré a escribirte para explicarte por qué doy este paso ahora y de esta manera. Mauricio quería que nos hubiéramos escapado el día mismo de la boda, después de salir de la iglesia; pero su plan era muy complicado y me pareció, además, una crueldad inútil. Y como te dije en otra ocasión, creo quedaremos amigos. Tu amiga."
                                                                                                                                                                                                             Eugenia Domingo del Arco.

  • Unamuno se convierte, como queda recogido, en un personaje en los tres últimos capítulos. Manifiesta su total poder de creación y destrucción sobre los personajes. Al final de la obra descubre, por Augusto, que él también tendrá que enfrentarse con la muerte. En esta "nivola" Unamuno cuestiona la realidad de la propia existencia mediante un paralelismo entre Dios (Unamuno) y el hombre (el protagonista).

"––¡Víctima, sí! ¡Crearme para dejarme morir!, ¡usted también se morirá! El que crea se crea y el que se crea se muere. ¡Morirá usted, don Miguel, morirá usted, y morirán todos los que me piensen! ¡A morir, pues!"

 Interpretación

Niebla es una de las novelas más originales de Unamuno, para muchos su obra maestra. El peculiar hilo argumental de la obra le sirve al novelista para platear la reflexión de esos interrogantes trascendentales tan propios de la época: la vida y la muerte, la existencia, la angustia, las cuestiones filosóficas sobre el ser...

Su estilo, en el que predominan el diálogo y el monólogo, la propia aparición del autor como protagonista, su dominio de la retórica y sus reflexiones componen esta obra que, en cierta forma, rompe con anteriores estructuras, convirtiéndola en algo más que una simple novela: la convierten en nivola.

Unamuno dando una conferencia
Wikimedia Commons/ Bibliothèque Nationale de France. Conferencia de Unamuno (Dominio público)

Sobre "Augusto" no hay nada escrito

Lee este fragmento extraído de la novela Niebla y contesta a continuación las preguntas que se plantean a partir de él: 

––No hay Dios que valga. ¡Te morirás! 

 ––Es que yo quiero vivir, don Miguel, quiero vivir, quiero vivir…

––¿No pensabas matarte?  

––¡Oh, si es por eso, yo le juro, señor de Unamuno, que no me mataré, que no me quitaré esta vida que Dios o usted me han dado; se lo juro… Ahora que usted quiere matarme quiero yo vivir, vivir, vivir…  

––¡Vaya una vida! ––exclamé.  

––Sí, la que sea. Quiero vivir, aunque vuelva a ser burlado, aunque otra Eugenia y otro Mauricio me desgarren el corazón. Quiero vivir, vivir, vivir…

––No puede ser ya… no puede ser…  

––Quiero vivir, vivir… y ser yo, yo, yo…  

––Pero si tú no eres sino lo que yo quiera…  

––¡Quiero ser yo, ser yo!, ¡quiero vivir! ––y le lloraba la voz.  

––No puede ser… no puede ser…  

––Mire usted, don Miguel, por sus hijos, por su mujer, por lo que más quiera… Mire que usted no será usted… que se morirá. Cayó a mis pies de hinojos, suplicante y exclamando:  

––¡Don Miguel, por Dios, quiero vivir, quiero ser yo!  

––¡No puede ser, pobre Augusto ––le dije cogiéndole una mano y levantándole––, no puede ser! Lo tengo ya escrito y es irrevocable; no puedes vivir más. No sé qué hacer ya de ti. Dios, cuando no sabe qué hacer de nosotros, nos mata. Y no se me olvida que pasó por tu mente la idea de matarme…  

––Pero si yo, don Miguel…  

––No importa; sé lo que me digo. Y me temo que, en efecto, si no te mato pronto acabes por matarme tú.  

––Pero ¿no quedamos en que…?  

––No puede ser, Augusto, no puede ser. Ha llegado tu hora. Está ya escrito y no puedo volverme atrás. Te morirás. Para lo que ha de valerte ya la vida…  

––Pero… por Dios…  

––No hay pero ni Dios que valgan. ¡Vete!  

––¿Conque no, eh? ––me dijo––, ¿conque no? No quiere usted dejarme ser yo, salir de la niebla, vivir, vivir, vivir, verme, oírme, tocarme, sentirme, dolerme, serme: ¿conque no lo quiere?, ¿conque he de morir ente de ficción? Pues bien, mi señor creador don Miguel, ¡también usted se morirá, también usted, y se volverá a la nada de que salió…! ¡Dios dejará de soñarle! ¡Se morirá usted, sí, se morirá, aunque no lo quiera; se morirá usted y se morirán todos los que lean mi historia, todos, todos, todos sin quedar uno! ¡Entes de ficción como yo; lo mismo que yo! Se morirán todos, todos, todos. Os lo digo yo, Augusto Pérez, ente ficticio como vosotros, nivolesco lo mismo que vosotros. Porque usted, mi creador, mi don Miguel, no es usted más que otro ente nivolesco, y entes nivolescos sus lectores, lo mismo que yo, que Augusto Pérez, que su víctima…  

  1. Indica el tema de este fragmento. Relaciónalo con los rasgos del autor explicados a lo largo del recurso.
  2. Analiza los personajes que aparecen en el texto: ¿cómo son?, ¿cómo se comportan?, ¿qué actitudes adoptan?, ¿a qué responden simbólicamente y por qué?...
  3. ¿Qué relación existe entre ellos?
  4. En el último párrafo señala Augusto: "No quiere usted dejarme ser yo, salir de la niebla...". ¿Cómo interpretas "salir de la niebla", qué quiere decir con esta expresión? Relaciónalo con el título de la obra y con el contenido de la misma.
  5. Imagina que te sientes en "niebla". ¿Qué sería para ti la "niebla"? ¿Cómo lo describirías?
Paisaje con niebla con un banco y un árbol sin hojas
jplenio. Tree (Pixabay License)

Imagina

Al final de Niebla Unamuno aparece como personaje, dialogando con el protagonista, Augusto, sobre temas existenciales como la muerte. Imagina que tú también eres un creador, como Unamuno, y que puedes dialogar con tu "criatura". Escribe a continuación el diálogo que mantendrías con ella.

Puedes seguir estos pasos:

  • En primer lugar, decide qué vas a crear: una persona real, un personaje de ficción o uno histórico, un animal, un ser fantástico, mitológico, de cómic, una planta, un objeto...
  • En segundo lugar piensa a qué mundo pertenecerá tu creación:  literatura, música, pintura, escultura, alfarería, juegos de mesa, videojuegos...
  • Ahora plantea los temas sobre los que tu "criatura" y tú vais a dialogar: preguntas que te hará, qué cosas te puede recriminar, qué te pide...
  • Una vez diseñados estos pasos..., ¡manos a la obra!: escribe el diálogo "Creador-criatura". Puedes aprovechar para hacer una crítica de algún tema que te interese: ecología, la sociedad en la que vives, la desigualdad, la juventud...
  • Puedes realizar una lectura en voz alta en clase en la que tú interpretes a los dos personajes: cambiando la voz, la tonalidad, la ropa, la posición y la postura que adoptas..., o puedes solicitar incluso la colaboración de un(a) compañero/a con quien representes el coloquio.

Por ejemplo, has pintado un cuadro con un retrato de tu infancia, y esa imagen cobra vida para hablar contigo. Algunas ideas:

  • Tu "yo" del pasado te recrimina las oportunidades que has desaprovechado en tu vida.
  • Habláis de esos momentos felices que vivisteis en el pasado: "¿Recuerdas aquel día...?".
  • Os ponéis de acuerdo para lanzar una iniciativa para animar a la lectura a la gente joven.
  • Compartís vuestras inquietudes sobre ese asunto que tanto te interesa.
Sarah Bernhardt interpretando "Hamlet" con un cráneo en la mano
Wikimedia Commons. La actriz Sarah Bernhardt como Hamlet (Dominio público)