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Una economía agraria

Escena de campesinos esquilando ovejas en un feudo medieval en el mes de julio dentro del Brevario Grimani (1510), Biblioteca Marciana
Wikimedia Commons/ Gerard Horenbout, Alexander y Simon Bening. Campesinos esquilando las ovejas (1519) (Dominio público)


Durante la Alta y la Plena Edad Media, la mayor parte de la población se dedicaba a la agricultura y a la ganadería. Es decir, se trataba de una economía fundamentalmente agraria y rural, puesto que las ciudades eran escasas. Dicho sistema se basaba en el autoconsumo: la producción se destinaba al abastecimiento de la familia y no se generaba un excedente para comerciar. Se produjo, así, un estancamiento comercial y urbano.

Debido a ello, la tierra se convirtió en la fuente principal de riqueza de la Europa occidental sobre todo durante los siglos X y XI. La artesanía y la compra y venta tuvieron un peso menor y no se reactivaron hasta el siglo XIII cuando también lo hicieron las ciudades.

Además, el autoabastecimiento se ligaba a la vida en el feudo, donde se concentraba la mayor parte de la población. En él, cada uno se cultivaba la tierra, se criaba el ganado, se cazaba, se extraían los recursos naturales y se disponía de las infraestructuras necesarias para vivir, como era el caso de los hornos, herrerías o molinos. De esta manera, los feudos eran prácticamente autosuficientes, mientras que los intercambios de productos con el exterior eran escasos.

El feudo: manso y reserva

Como ya sabes, el feudo tenía dos partes bien diferenciadas: la reserva señorial o domino y el manso.

  • La reserva señorial o domino era aquella porción de tierra que el señor destinaba a su explotación directa y que normalmente eran las mejores tierras y donde se situaba su castillo. La reserva contaba, además, con los bosques comunales y los prados.
  • Los mansos eran las parcelas que el señor daba a los siervos y a los campesinos libres para que las cultivaran y vivieran en ellas a cambio del pago de unas rentas.

De esta manera, los campesinos, a parte de obedecer al señor y serle fiel, debían:

  • Trabajar en la reservar del señor unos días determinados al año, así como ayudar en el mantenimiento del castillo y del feudo.
  • Pagar impuestos como censos, primicias y derechos de monopolio por el uso de las tierras.
  • Pagar peajes por el uso de puentes, hornos o molinos, así como por derechos de caza o pesca.

A cambio, los labradores podían disfrutar de la tierra del manso para extraer de ella lo necesario para su sustento.

Ilustración que muestra el pago de las rentas feudales de los campesinos al señor
Wikimedia Commons/ Hegodis. Campesinos pagando rentas e impuestos al señor (CC BY-SA)

¿Qué importancia tenía la tierra en este periodo?

com/watch?v=JrPEF_k_5Vc

Lo has entendido todo, ponte a prueba.

Pregunta 1

Cada feudo se autoabastecía.

Pregunta 2

La mitad de la población vivía en los feudos y la otra mitad en las ciudades.

Pregunta 3

El manso era la tierra reservada al señor feudal.

Pregunta 4

Durante la Alta y Plena Edad Media el comerció experimentó una gran expansión. 

Pregunta 5

Todas las infraestructuras como los puentes o los molinos eran de uso libre y gratuito por parte de los campesinos del feudo.

Pregunta 6

La reserva señorial correspondía solamente con el espacio del castillo del señor.

Pregunta 7

La riqueza proviene fundamentalmente de la tierra.