Las fermentaciones llevadas a cabo por la MM conllevan mucho más tiempo que las que hacen las levaduras comerciales. Es uno de los motivos por los que esta técnica despuntó a nivel mundial durante el confinamiento por la COVID-19, perdurando el interés hasta el momento actual. La elaboración final del pan requiere, por tanto, un tiempo de levado suficiente. El mínimo es de 8 horas.
Según la receta elegida, requerirá de más o menos tiempo. Una forma de retardar el tiempo de levado es metiendo la masa ya elaborada en la nevera.
Ha llegado el momento de poneos manos a la obra, pero antes vais a realizar un cuestionario que formará parte de la evaluación. No os llevará más de 20 minutos completarlo. Debéis entregarlo en mano y no olvidar poner el nombre.
Ahora sí, amasad para obtener mañana un pan de calidad, nutritivo y saludable. La preparación es por equipos, pero no es necesario que estéis todos los componentes. Puede empezar la elaboración quien vaya terminando la prueba.
A modo de recordatorio:
- No olvidéis mantener las normas sanitarias y de higiene en la cocina al manipular los alimentos.
- Traed el acompañamiento para la degustación del pan, una vez cocido.