Características del arte egipcio
La civilización egipcia se caracteriza por su conservadurismo y monotonía artística, puesto que su arte tiene unas características que prevalecerán a lo largo de 3.000 años sin evolución ninguna. Se basan en la influencia del río Nilo, su religión y la organización política y social como temática para su arte.
Su esplendor está repartido en tres períodos: Imperio Antiguo (3200-2050 a. C.), Imperio Medio (2050-1550 a.C.) e Imperio Nuevo (1550-1000 a. C). Durante el Bajo Imperio pasaron cerca de 1.000 años conquistados por los avances y mejoras de otros pueblos como los griegos o romanos.
Arquitectura
Los edificios que construyen los egipcios eran de grandes dimensiones, realizados en piedra y caracterizados por el uso de columnas y techumbres planas.
Destacan los templos, como casas de las divinidades, que tenían las siguientes partes:
- Estaban precedidos por una avenida de esfinges.
- La entrada se formaba por dos pilonos o estructuras trapezoidales que daban paso al patio.
- Este patio era una sala hípetra o abierta y rodeada de columnas.
- Del patio se llegaba a otra sala hipóstila (llena de columnas para sujetar la techumbre plana).
- Por último, estaba el santuario.
Otros edificios que destacan en el arte egipcio son las tumbas. Entre ellas, se pueden destacar:
- Las mastabas: sencillas tumbas rectangulares hechas de adobe.
- Las pirámides: construcciones de grandes dimensiones para ser última morada del faraón.
- Los hipogeos: grandes cámaras funerarias ocultas bajo el suelo.
Escultura y pintura
En escultura lo más destacable son las grandes estatuas de faraones y dioses para decorar las entradas de los templos o las grandes construcciones funerarias.
En pintura, realizan escenas de la vida cotidiana y escenas religiosas para decorar las paredes de palacios, tumbas o templos. En estas manifestaciones pictóricas debemos destacar dos características:
- La perspectiva jerárquica, es decir, los distintos tamaños de las figuras según su posición social y política.
- La ley de la frontalidad que sitúa las extremidades y cabeza de perfil, mientras que el tronco y el ojo están de frente.