Las civilizaciones tienen estructuras sociales e instituciones más complejas. La importancia y la necesidad de las aguas fluviales para regar los cultivos llevó a la necesidad de organizar los trabajos y la distribución de las aguas. Estos fueron los principales cometidos de los primeros reyes, junto a la organización militar y el poder religioso. De esta manera, se permitió el aumento de producción y de población, así como el nacimiento de prósperas ciudades.
Esto fue ocurriendo en los lugares cercanos a grandes ríos como el Ganges y el Indo en la India, el Huang He en China, el Nilo en Egipto y el Tigris y Éufrates en Mesopotamia.
Historia de Mesopotamia
Mesopotamia es como se denomina a la zona de Próximo Oriente entre los ríos Tigris y Éufrates, que desembocan en el golfo Pérsico, en el actual Irak. Precisamente, la etimología de esta palabra significa "tierra entre ríos". Es la cuna de las civilizaciones de la Edad Antigua, pues allí se inventó la escritura hacia el 3.500 a. C.
Entre el 3.500 a. C. y el 539 a. C, con la conquista de esta zona por parte de los persas, podemos datar el período de esplendor de esta zona, pero con la sucesión de distintos imperios y pueblos como dominantes en Mesopotamia:
Los sumerios (3.500 a. C.- 2.350 a. C.) se situaron en la baja Mesopotamia (la más cercana a las desembocaduras de los ríos Tigris y Éufrates), donde crearon ciudades como Ur, Uruk y Lagash. La importancia del regadío gracias a las crecidas de los ríos, la invención de la escritura (cuneiforme) para registrar los pagos de impuestos y la construcción de zigurats o grandes templos fueron sus principales hitos.
Los acadios (2350 a. C.-2.220 a. C.). La prosperidad de las ciudades sumerias atrajo a multitud de pueblos. Entre ellos, los acadios que conquistaron la zona de la mano de Sargón I, creando el primer gran imperio de la zona, con capital en la ciudad de Acad. La multitud de luchas contra otros pueblos fueron minando al nuevo imperio hasta su desaparición.
Los babilonios (1.792 a. C.-1.595 a. C.). El rey más destacado de la ciudad de Babilonia fue Hammurabi. Comenzó una expansión por la zona, conquistando las antiguas ciudades sumerias y la capital de los acadios, creando el Imperio babilónico. Sin duda, la importancia de este gobernante radia en la recopilación de leyes en un código, que mandó escribir y exponer en todas las ciudades de sus dominios para el conocimiento de sus habitantes. No hay que olvidar que entonces se escribía sobre losetas o grandes piedras.
Los asirios (1.250 a. C.-612 a. C.). Se establecieron al norte de Babilonia y fueron expandiéndose por la zona. Destacaron las ciudades de Assur y Nínive, situadas en puntos estratégicos como cruces de caminos para el intercambio de productos.
Nabucodonosor II (604 a. C.- 562 a. C.) volvió a dar esplendor a la ciudad de Babilonia, creando un nuevo imperio que se extendió hacia Jerusalén, donde destruyó el templo de los judíos. Además, fue un gran impulsor de las construcciones como los Jardines Colgantes de Babilonia.
Los persas, con su rey Ciro II el Grande a la cabeza, conquistaron Mesopotamia en el 539 a. C., pasando a formar parte del Imperio persa.
De esta manera, Mesopotamia pasó de ser el centro de poder de la zona a convertirse en provincia de otros imperios. No obstante, por su situación estratégica y las glorias pasadas, siempre fue un territorio que suscitó interés entre los futuros gobernantes de los estados florecientes.
Los imperios de Mesopotamia
Coloca por orden cronológico, de más antiguo a más moderno, los siguientes pueblos o imperios de Mesopotamia.