Las nuevas potencias industriales
Los factores que hicieron posible la industrialización en nuevos países fueron, fundamentalmente, estos:
- Contar con abundantes reservas de hierro y carbón.
- Aumento demográfico que facilitó mano de obra.
- Desarrollo de nuevas redes de transporte gracias a los inventos del ferrocarril y la máquina de vapor.
ALEMANIA:
Antes de la unificación política, los estados alemanes firmaron en 1834 una unión aduanera o Zollverein, de manera que el comercio interior y las empresas alemanas se vieron beneficiadas. Las enormes reservas de materias primas hicieron del país una potencia industrial a partir de 1880.
BÉLGICA:
La joven nación, que había nacido en 1831 al separarse de los Países Bajos, contaba con reservas de minerales, unas buenas comunicaciones, como el puerto de Amberes, y una burguesía emprendedora y con capital.
FRANCIA:
Una vez finalizadas las guerras napoleónicas, la burguesía agraria francesa invirtió sus excedentes en la industria. El país contaba, además, con grandes reservas de carbón y hierro.
ESTADOS UNIDOS:
El país americano inició su industrialización acelerada desde mediados del siglo XIX. Contaba con una población en constante crecimiento, alimentada por la emigración europea y asiática, lo cual garantizaba la abundancia de mano de obra. Además, las reservas de materias primas eran inagotables, y contaba con todo tipo de recursos. Por último, la industrialización animó a ocupar las vastas zonas del país aún inexploradas o habitadas por nativos americanos, los cuales fueron desplazados y diezmados en el proceso.
JAPÓN:
En 1868 la dinastía reinante en el país del sol naciente inició un proceso de cambio radical para industrializarse y "europeizarse", conocido como la revolución Meiji. El principal motivo fue el estar preparados económica y militarmente para evitar caer bajo el control de las potencias imperialistas, como le había sucedido a la vecina China.
ITALIA, RUSIA Y ESPAÑA:
En estos países la industrialización afectó a zonas muy concretas. En Italia vemos cómo la zona norte, sobre todo en Lombardía y Piamonte, desarrolla la industria textil y la ingeniería civil y naval. Rusia, consciente de su atraso económico y militar desde la Guerra de Crimea (1853-1856), busca acercar al país al resto de potencias europeas. Observamos cómo las zonas de San Petersburgo y Moscú concentraban la industria metalúrgica y textil. El caso español lo analizamos en el siguiente punto.