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Clasificación del verbo

Los morfemas flexivos o desinencias verbales

Silueta de niños y niñas saltando
Pixabay /GDJ. Saltar (Pixabay License)

Los morfemas flexivos o desinencias verbales nos ofrecen información sobre los distintos accidentes gramaticales persona, número, tiempo, modo y aspecto. 

A continuación, pasamos a explicar la información que ofrecen:

Persona

La persona en el verbo alude a alguno de los participantes en el acto comunicativo y corresponde con tres personas gramaticales

  • La primera persona hace referencia al emisor o hablante y muestra su participación en la acción, proceso o estado que el verbo comunica. Cuando el verbo está en primera persona concuerda con los pronombres personales yo, nosotros o nosotras:

Yo hablo con el sospechoso.

Nosotros hablamos con el sospechoso.

  • La segunda persona se refiere al oyente e indica su participación en la acción, proceso o estado que el verbo expresa. Los pronombres personales con los que concuerda el verbo en segunda persona son tú, vosotros o vosotras.

 Tú estás de testigo de la conversación.

Vosotras estáis de testigo de la conversación

  • La tercera persona no es ni el hablante ni el oyente, sino cualquier otro ser que participa en la acción, proceso o estado que el verbo indica. El verbo cuando está en tercera persona concuerda con los pronombres personales él, ella, ellos, ellas.

 La inspectora graba la conversación.

Los inspectores graban la conversación

Los morfemas marcados en negrita no solo nos informan de la persona, sino que también nos indican el número.

Número

El número diferencia las formas del singular de las formas del plural:

  • Formas en singular: juego, soñabas, trabajará.
  • Formas en pluraljugamos, soñabais, trabajarán.

Tal y como hemos indicado anteriormente, los morfemas de número y persona vienen unidos en un solo morfema flexivo o desinencia verbal: juego, juegas, juega, jugamos, jugáis, juegan

Tiempo

.El morfema de tiempo se encarga de indicarnos si la acción, proceso o estado del verbo es pasado, presente o futuro.

  • El pasado (o pretérito) indica que la acción, el proceso o estado sucedió en un momento anterior al presente, esto es, al momento en el que se habla.

Los adolescentes jugaban al escondite.

Los alumnos habían escrito en sus cuadernos sus anotaciones

Sus padres estuvieron muy orgullosos

  • El presente expresa la acción, el proceso o el estado en el momento en que se está hablando. 

Los adolescentes juegan a los videojuegos.

Los alumnos han escrito en sus porfolios digitales.

Sus padres están muy orgullosos.

  • El futuro indica que la acción, el proceso o estado sucederá en un momento posterior al presente, esto es, al momento en el que se habla.

Los adolescentes jugarán a juegos muy sofisticados.

Los alumnos habrán escrito con diferentes herramientas virtuales.

Sus padres estarán muy orgullosos.

Aspecto

El morfema de aspecto nos indica si la acción se ve como finalizada (perfecto) o, por el contrario, no está acabada (imperfecto): 

  • El aspecto perfectivo indica que la acción ha sido concluida.

Julián ha terminado sus tareas en la oficina.

El anticuario encontró una pieza única.

  • El aspecto imperfectivo presenta una acción que es inacabada o no precisa si está o no acabada.

Amalia amaba la danza.

El periodista volverá sobre la pista.

El pretérito perfecto simple y todas las formas compuestas tienen aspecto perfectivo, mientras que el aspecto imperfectivo es propio de las formas simples, a excepción del pretérito perfecto simple.

Modo

El modo verbal nos indica la actitud del hablante ante la acción del verbo. Conocemos tres modos:

  • El modo indicativo presenta la acción del verbo como cierta o segura, incluso refiriéndose al futuro.

El lunes tenemos examen de inglés.

Este curso aprobaré con buena nota todas las materias.

  • El modo subjuntivo se emplea cuando expresamos cierta duda, temor o deseo:

Ojalá lleguen pronto las vacaciones.

Quizás celebren su aniversario de boda juntos

  • El modo imperativo se emplea para expresar un ruego o mandato:

Comparte el libro con tu compañera.

Sed puntuales mañana.

Las formas verbales no personales

Junto a las formas verbales personales, que son aquellas que admiten morfemas de persona, número, tiempo, modo y aspecto (juego, jugamos, jugaremos, juega, jugué....), también existen tres formas que no admiten estos morfemas y que son las formas verbales no personales.

Estas tres formas no personales son:

Infinitivo

El infinitivo emplea las desinencias verbales -ar, -er, -ir para cada una de las conjugaciones. 

FORMAS SIMPLES FORMAS COMPUESTAS
hablar haber hablado
comer haber comido
partir haber partido

*Uso incorrecto de infinitivo por imperativo: cuando se da una orden a una segunda persona, ya sea en singular o plural, debe usarse el imperativo. En ocasiones, en el habla coloquial, se emplea el infinitivo en lugar del imperativo para una orden dirigida a una segunda persona en plural. No obstante, este uso no es correcto:

*Abrir el libro por la página se debe decir Abrid el libro por la página 20.

*¡Callaros! se debe decir ¡Callaos!

El empleo de infinitivo con valor de imperativo solo es válido cuando, dirigido a una segunda persona del singular o del plural, le precede la preposición a.

Mariano, ¡a callar!

¡A dormir que ya es tarde!

Gerundio

El gerundio se forma con la desinencia verbal -ando, para la primera conjugación, y con -iendo para la segunda y tercera conjugación. Al igual que el infinitivo, también presenta forma compuesta.

FORMAS SIMPLES FORMAS COMPUESTAS
bailando habiendo bailado
bebiendo habiendo bebido
viviendo habiendo vivido

Participio

El participio, al igual que el gerundio, se forma con las desinencias verbales -ado, para la primera conjugación, e -ido para la segunda y tercera. Carece de forma compuesta:

aterrizado
perdido
convivido

Introducción a las perífrasis verbales

En ocasiones nos encontramos con dos o más verbos juntos que transmiten una única idea verbal y, por tanto, funcionan como una construcción única e indivisible. Es el caso de voces como: tiene que estudiar, debe venir, estuvo trabajando, puede pasar...

A este tipo de estructuras se les conoce con el nombre de perífrasis verbales y forman una unidad verbal, que actúa en la oración como el núcleo del sintagma o grupo verbal predicado.

Se componen de los siguientes elementos:

  • un verbo auxiliar en forma personal que ha perdido, de forma parcial o total, su significado léxico y que aporta a la construcción valores modales (obligación, duda, probabilidad...) o aspectuales (principio, duración o final de la acción verbal...).
  • un enlace opcional, que puede ser una preposición o una conjunción.
  • un verbo en forma no personal (infinitivo, gerundio o participio) que aporta el significado léxico de la construcción.

Vamos a ver, a continuación, algunas de las clases más frecuentes de perífrasis verbales: