La novela de caballerías
Influenciadas por la literatura artúrica francesa, estas ficciones toman como protagonista a un caballero andante, cuya misión es defender a los débiles de enemigos despiadados y seres fantásticos. Guiados por el amor a su dama, protagonizan hazañas y episodios en escenarios legendarios. Es común en estas narraciones el uso de la técnica del manuscrito encontrado a través de la cual se fingía haber encontrado la obra escondida y el autor se autoproclamaba, por tanto, un mero traductor o facilitador de ella. Una de las obras más populares del género fue el Amadís de Gaula, refundida a partir de una obra anterior, por Garci Rodríguez de Montalvo.
Estas narraciones gozaron de mucho éxito a lo largo el Renacimiento y fueron perdiendo popularidad en el Barroco.
La novela pastoril
La novela pastoril debe sus orígenes a La Arcadia, novela publicada por Jacobo Sannazaro en 1504. Emparentada por su temática con las égoglas pastoriles, se centra en los diálogos de pastores enamorados que cuentan sus desventuras amorosas, tomando a la naturaleza como escenario idílico de sus lamentaciones (locus amoenus). En sus diálogos, los protagonistas utilizan un registro elevado y artificioso, propio de caballeros cortesanos. Los textos más representativos de este género son Los siete libros de la Diana, de Jorge de Montemayor, La Galatea, de Miguel de Cervantes, publicada en 1585, o La Arcadia, de Félix López de Vega, aparecida en 1598.