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Adaptaciones

Las adaptaciones de las plantas

Durante la evolución, las plantas han sido capaces de adaptarse a los ambientes terrestres desarrollando una serie de estrategias. Por ejemplo, la presencia de haces vasculares permite transportar agua y nutrientes a lugares alejados en la planta, lo que permite que estos organismos alcancen mayores dimensiones. La resistencia de las semillas y sus distintas formas de dispersión permiten el desarrollo de una nueva planta en lugares alejados de la planta madre y, además, en momentos que pueden estar muy distantes al de su formación. Todos estos ejemplos pueden considerarse adaptaciones al medio terrestre.

Las variaciones locales determinan unas condiciones climáticas, edafológicas y meteorológicas que favorecen adaptaciones específicas en los seres vivos. Es decir, modificaciones en su anatomía y fisiología que les permiten crecer y reproducirse mejor en esos ambientes. Esto determina una gran variedad de estrategias adaptativas. De esta forma, las plantas adaptadas a un ambiente con escasez de agua serán sensiblemente diferentes a otras que viven en ambientes donde el agua está siempre presente. Cambios en el tamaño y forma de las hojas, cambios en el porte de la planta o el recubrimiento de las hojas son solo algunas de ellas.

En la siguiente imagen interactiva se muestran algunas de estas adaptaciones. Navega por los botones interactivos para descubrirlas.

Genially - Ana María Ortiz Espín. Las adaptaciones de las plantas.

Audio

Ana María Ortiz Espín - Presentación Adaptaciones plantas

El estrés ambiental

El medio ambiente puede imponer condiciones desfavorables para el crecimiento y desarrollo de las plantas, conocidas como estrés ambiental. Algunos ejemplos de estrés ambiental son el aumento de la temperatura por encima del nivel óptimo para la planta, el exceso o la falta de agua y la salinidad del suelo.

Para hacer frente a estos estreses, las plantas pueden responder mediante adaptaciones permanentes o modificaciones temporales. Las adaptaciones permanentes pueden llevar años en desarrollarse, mientras que las modificaciones temporales son cambios transitorios que pueden durar meses.

A nivel histológico, las plantas presentan diferentes adaptaciones a los estreses ambientales. Por ejemplo:

  • Plantas hidrófitas, que viven en ambientes con gran cantidad de agua, tienen parénquimas con muchos huecos de aire entre las células (aerénquima), lo que permite la flotabilidad de la planta y la aireación de las raíces.
  • Plantas xerofíticas, que son resistentes a la sequía, presentan distintas estrategias. Por ejemplo, algunas poseen parénquimas cuyas células poseen vacuolas con gran cantidad de agua (parénquima acuífero), lo que hace que el tallo y las hojas tengan un aspecto carnoso o suculento. Otras plantas xerofíticas protegen los estomas del ambiente con pelos en oquedades de la hoja, evitando así la pérdida de agua por transpiración.
  • Plantas halófitas, que son resistentes a la salinidad, tienen diversos mecanismos para liberar el exceso de sales, como excretarlas por las hojas o almacenarlas en células parenquimáticas del tallo y las hojas que luego se caen.

Como puedes ver, los distintos estreses ambientales modifican la anatomía de las plantas y también su fisiología como veremos en los siguientes apartados.

Tejidos especializados ante distintas condiciones ambientales, Ana María Ortiz Espín mediante Genially. Imágenes extraídas del Atlas Anatomía de Vigo (CC BY-NC-SA), excepto diapositiva 2 (modificada de Moore, R. et al., (1998). Botany, 2nd ed., WCB Mc-Graw-Hill).

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