Conservemos el reino animal
De forma general el número de especies en peligro de extinción se está viendo incrementado a lo largo de los últimos años debido a las alteraciones originadas tanto por el cambio climático como por la intervención humana. La pérdida de masa forestal, persistentes sequías, la destrucción de nidos en procesos de edificación urbana, la caza furtiva, la captura accidental por plásticos depositados en la naturaleza y redes de pesca o la falta de alimento o agua son algunos factores que inciden directamente en la desaparición de algunas especies de animales.
En la actualidad se ha creado una “Lista roja de especies amenazadas” con la intención de crear estrategias que permitan recuperar el número de ejemplares y garantizar las condiciones de los hábitats para su preservación.
Vamos a centrarnos en tres especies de animales en peligro de extinción de diferentes medios que cohabitan con nosotros en la Península Ibérica como son, el lince ibérico, un animal felino terrestre, un animal acuático marino como es la ballena vasca y un animal aéreo que también se localiza en España, el águila imperial. Estos tres animales figuran en el catálogo español de especies amenazadas.
Lince ibérico: este mamífero felino carnívoro tiene un carácter nocturno ya que es en la oscuridad donde se desenvuelve con facilidad entre el bajo matorral como un excepcional cazador. Su agudeza visual permite observar la presencia de una presa pequeña a 75 metros de distancia. Su morfología y su pelaje les sirve para mimetizarse con el entorno, con un pelaje marrón o grisáceo con manchas más oscuras, orejas puntiagudas que están dotadas de mechones de pelo negruzco cuya función es controvertida, puesto que, aunque para algunos zoólogos sirven para detectar mejor los sonidos para otros simplemente es una forma de camuflarse mejor y evitar que los insectos penetren en sus oídos. Un macho adulto suele llegar a medir unos 80 centímetros y alcanzar los 13 kilogramos de peso.
La mayor amenaza para esta especie es la destrucción de su hábitat lo que a su vez limita la población de conejos que sufre enfermedades endémicas y que son la base de alimentación del lince ibérico. La búsqueda de nuevas presas hace que el lince se desplace hacia entornos menos seguros sufriendo en muchas ocasiones atropellos al acercarse a las carreteras. Al tratarse de una especie en peligro de extinción se insiste en la búsqueda de soluciones, como sistemas de detección que informan al conductor mediante señales luminosas y acústicas de la presencia de animales o puentes recubiertos de frondosa vegetación que actúan como pasarelas naturales creando enclaves más seguros para su paso.
Es un animal territorial y los ejemplares más jóvenes ya mantienen incluso peleas con sus hermanos por el dominio del hábitat. Es un animal muy solitario e independiente. Gracias a su protección y a las intervenciones del hombre sobre el hábitat en el que vive, cuidando de las madrigueras para que sus crías sobrevivan, manteniendo las poblaciones de conejos activas para conseguir que el lince puede conservar su fuente de alimentación y otras medidas orientadas a evitar su caza o atropellos accidentales, se ha conseguido incrementar en número los ejemplares de lince ibérico en España, pasando de estado crítico a estado de especie en peligro de extinción.
Ballenas: existen muchos cetáceos que engrosan la lista del "catálogo español de especies amenazadas", como diferentes especies de rorcual. Entre ellas podemos mencionar el rorcual común, aliblanco, norteño, tropical y azul pero existe una especie de ballena, la "Eubalaena glacialis" o "Ballena vasca" que no se encuentra en situación vulnerable como los anteriores, sino en peligro de extinción.
Este mamífero de gran tamaño puede avistarse de manera excepcional en el entorno del litoral cantábrico, sobre todo, en el Golfo de Vizcaya. Suele llegar a medir unos 18 metros de longitud y pesar unas 35 toneladas. Apenas se conservan 250 ejemplares de esta ballena franca que habita sobre todo en el Atlántico Norte durante la época estival, para posteriormente, emigrar durante el invierno a las aguas cantábricas del Golfo de Vizcaya. Es aquí donde tiene lugar la fase final de la gestación y los meses posteriores al parto para garantizar el amamantamiento de sus crías.
Las principales amenazas que han mermado la población de ballenas vascas proceden de las acciones del hombre, en ocasiones de carácter fortuito, como las colisiones entre barcos o su captura accidental en las redes de pesca. Existen otros factores, como las extracciones petrolíferas y de gas que producen alteraciones en el medio en el que viven. La contaminación marina por vertidos bien de plásticos que llegan al mar o de productos químicos tóxicos constituyen otra causa que afecta gravemente a estos mamíferos.
Las medidas a adoptar para su conservación pasan por la creación de carriles marítimos más seguros, control de los vertidos tóxicos que puedan originarse por la actividad industrial y la creación de áreas protegidas para estas especies garantizando a su vez sus procesos migratorios.
Águila Imperial Ibérica: también se encuentra en el "catálogo español de especies amenazadas" puesto que se cuenta con unas 400 parejas reproductoras en España. Es un ave de gran tamaño, que mide unos 80 centímetros pero tiene una envergadura con sus alas de casi dos metros y son de mayor tamaño las hembras que los machos. Sus tonos son marrones y rojizos durante los primeros años de vida y adquieren tonos amarillentos a medida que adquieren la madurez. Se localiza en parte central y suroccidental de España. Su alimentación se basa sobre todo en conejos, aunque también se alimentan de otras aves como palomas o cuervos y en menor medida de pequeños roedores. No se trata de un ave migratoria sino que ocupa grandes hectáreas de territorio en las que ejerce su dominio según su uso, así en algunas áreas más seguras da albergue a sus nidos, en otras zonas pobladas generalmente de conejos realiza un dominio familiar para su alimentación y en los límites más alejados acude esporádicamente para la caza, como territorio compartido con otras aves de su especie.
Las amenazas que influyen en la pérdida de población del águila imperial ibérica se recogen en un plan estratégico para su conservación que elabora el Ministerio donde se determina que existen causas accidentales como la electrocución con los tendidos eléctricos y causas incidentales como cepos o sustancias tóxicas.
Para garantizar su conservación las estrategias se centran en la conservación de sus ecosistemas, garantizando que existan poblaciones de conejos para su alimentación, masa arbórea para la habitabilidad del medio y una reproducción garantizada protegiendo especialmente a las parejas reproductoras.
Una medida común de conservación a nivel general de todas las especies en peligro de extinción o en condiciones de vulnerabilidad es la sensibilización social. Si estamos concienciados desde pequeños de la importancia de conservar estas especies y del cuidado, respeto y conservación de la naturaleza conseguiremos grandes resultados.
