Definición y características
En la Tierra existe una enorme biodiversidad, ya que podemos encontrar desde los seres vivos más pequeños como las bacterias, hasta los animales más grandes como la ballena azul antártica y todos cumplen su función en el mantenimiento de la vida del planeta.
Como definición podríamos indicar que los seres vivos son organismos compuestos por células que contribuyen al mantenimiento de las funciones de nutrición, relación y reproducción que los caracteriza. La célula es por lo tanto la parte más pequeña de la estructura de un ser vivo y está compuesta por moléculas formadas por proteínas, lípidos, glúcidos y ácidos nucleicos.
Los seres vivos o bióticos además de poseer una estructura celular cumplen un ciclo vital desde su nacimiento, alimentación, crecimiento, desarrollo, relación con su entorno, reproducción y muerte.
A diferencia de estos, los seres inertes o abióticos carecen de vida y por lo tanto podríamos referirnos a ellos como materia que está presente en la naturaleza, como la tierra, el aire o el agua o bien son fruto de la elaboración por parte del hombre como los bienes que cumplen una función para la que han sido creados (materiales para la industria, para el uso doméstico, etc.).
En cuanto a las características de los seres vivos se pueden concretar algunos puntos en común como los siguientes que citamos a continuación:
- La organización y composición de sus estructuras ya que todos están formados por células encontrando organismos compuestos por una sola célula como las bacterias o protozoos que reciben el nombre de seres vivos unicelulares generalmente microscópicos en cuanto al tamaño. Los seres compuestos por más de una célula reciben el nombre de seres vivos pluricelulares y se caracterizan por poseer una mayor complejidad ya que las células se especializan para cumplir una determinada función vital.
- Otro punto en común que los caracteriza es su crecimiento que implica generalmente un aumento de tamaño y el desarrollo de nuevas funciones vitales como la capacidad de reproducirse.
- La respuesta a estímulos del ambiente reaccionando a situaciones internas y externas recibe el nombre de irritabilidad y es otra característica de los seres vivos, así por ejemplo a través de receptores sensoriales determinados animales dilatan sus pupilas cuando perciben menos cantidad de luz por la noche o las plantas cambian su orientación para poder captar la luz del sol y así realizar la fotosíntesis.
- Todos los seres vivos tienen la capacidad de realizar cambios internos que permiten compensar las exigencias del entorno, estos procesos que se realizan en el interior de cada organismo se denominan homeostasis. Por ejemplo, cuando los receptores sensoriales perciben un cambio en la temperatura los seres vivos son capaces de mantener las mismas condiciones físicas mediante diferentes mecanismos de regulación.