Las invasiones germanas
EL FINAL DEL IMPERIO ROMANO.
El imperio romano se fue debilitando a partir del siglo III. El ejército perdió su fortaleza y las fronteras quedaron desprotegidas. En el siglo V empezó a sufrir ataques de diferentes pueblos procedentes del norte y este de Europa, conocidos como los pueblos germanos.
Fue derrotado el último emperador romano en el año 476, y el Imperio se dividió en pequeños reinos independientes.
LA INVASIÓN DE LOS PUEBLOS GERMANOS.
A principios del siglo V, Hispania fue invadida por los alanos, los suevos y los vándalos. Los suevos lograron establecer un reino en el noroeste de la Península. Fijaron su capital en Braga. Los pueblos del entorno de la cordillera Cantábrica, como los cántabros y los vascones, no formaron ningún reino y resistieron a los suevos y los visigodos.
El ejército romano necesitaba ayuda para enfrentarse a ellos, por lo que establecieron un pacto con los visigodos, que era un pueblo de origen germánico que se había establecido en la actual Francia. Los romanos pactaron con los visigodos que podían instalarse en Hispania si, a cambio, derrotaban a los pueblos invasores. De este modo los visigodos entraron en la Península. Expulsaron a los alanos y vándalos, aunque los suevos resistieron durante más tiempo.
LOS VISIGODOS
Los visigodos establecieron su capital en Toledo. Su reino se extendía por casi todo el territorio peninsular, incluyendo gran parte del sur de la actual Francia. El rey visigodo Leovigildo logró conquistar el reino suevo en el año 585. Así el reino visigodo acabó dominando toda la Península.
Los visigodos controlaban el territorio, aunque los habitantes hispanorromanos no se regía por sus leyes. Además tampoco compartían religión.
Para dar mayor unidad al reino, los visigodos adoptaron la religión católica y el latín como lengua y aplicaron las leyes de los romanos. A pesar de estos esfuerzos por cohesionar el reino visigodo, en él fueron frecuentes las guerras internas. Estas eran debidas a que el cargo de rey no era hereditario de padre a hijo, sino que era elegido por los nobles. Esto generaba disputas por el poder, que se incrementaron cuando los reyes trataron de convertir el título en hereditario, dando lugar a las guerras.
En el año 711, los musulmanes , procedentes del norte de África, derrotaron en la Batalla de Guadalete a los visigodos. En poco tiempo, ocuparon toda la península ibérica y las islas Baleares.