En el siglo XVII se produjo un estancamiento de la población, provocado principalmente por la guerras, las epidemias de peste, las malas cosechas y la expulsión de los moriscos de la Península en 1609. 
A estas dificultades se unieron los problemas económicos, que causaron un grave empobrecimiento de la población y la caída de la agricultura:

• El empobrecimiento de la población estaba relacionado con los grandes impuestos que pagaba para mantener los gastos de la guerra.
• La agricultura redujo su producción debido, fundamentalmente, al descenso de la población y a la expulsión de los moriscos, que en su mayoría eran agricultores.

Esta situación de crisis económicos agravó las desigualdades sociales:

• LOS REYES.  Aprovechan su poder como monarcas autoritarios para recaudar grandes sumas de impuestos y así financiar las guerras.
• LOS ESTAMENTOS PRIVILEGIADOS. La nobleza y el clero, al ser dueños de gran parte de las tierras y no pagar impuestos, no sufrieron tanto los efectos de la crisis. Además, muchos ocuparon los principales cargos de la monarquía como consejeros y militares.
• LOS ESTAMENTOS NO PRIVILEGIADOS. Se vieron muy presionados por los altos impuestos a los que tuvieron que hacer frente. Además, muchos artesanos se arruinaron y se quedaron sin sus talleres, y los campesinos apenas pudieron mantenerse con sus pequeñas propiedades.