Durante los siglos VIII y IX surgieron en el norte de la Península Ibérica núcleos cristianos que no dependían de Al- Ándalus:
- En la cordillera Cantábrica, la población astur se rebeló contra el dominio musulmán. El noble Pelayo lideró a los astures que vencieron a los musulmanes en la Batalla de Covadonga. Este acontecimiento marca el origen del reino de Asturias.
- En los Pirineos se formaron los condados aragoneses y catalanes y el reino de Navarra.
Estos núcleos cristianos iniciaron la expansión hacia el sur conquistando los territorios de Al-Ándalus.
El reino de Asturias de expandió hacia el valle del Duero y se convirtió en el Reino de León al situar su capital allí. Los Condados aragoneses y catalanes junto con el reino de Navarra se expandieron hacia el valle del Ebro.
La fragmentación de los reinos de Taifas en el siglo XI favoreció que los cristianos aceleraran su expansión hacia el sur.
Los reinos cristianos luchaban entre sí, pero también podían unirse como sucedía cuando un rey reunía dos tronos:
- León y Castilla estuvieron unidos en varias ocasiones entre los siglos XI y XII.
- Aragón y Barcelona se unieron en 1137 y formaron la Corona de Aragón.
Los musulmanes fueron derrotados en el año 1212 en la Batalla de Las Navas de Tolosa, en el sur de la Península. Esta victoria de los cristianos permitió a ocupar el valle del Guadalquivir y reducir considerablemente el territorio de Al-Ándalus.
Castilla y León se unificaron definitivamente en 1230 y formaron la Corona de Castilla. En su avance conquistaron los reinos de Jaén, Córdoba ,Sevilla y Cádiz. A mediados del siglo XIV la Corona de Castilla alcanzó el estrecho de Gibraltar.
La Corona de Aragón conquistó Valencia y las islas Baleares. Más adelante también conquistó Cerdeña, Sicilia y Nápoles.
Desde mediados del siglo XIII hasta finales del siglo XV, el territorio de Al-Ándalus quedó reducido al reino Nazarí de Granada.