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El clima y el paisaje continental

Fotografía de un campo de amapolas
Miguel Ángel García. Ólvega. Soria (CC BY)

En el caso de la Península Ibérica, más que de un paisaje continental en sí, hablaríamos en realidad de un paisaje "mediterráneo continentalizado", ya que el auténtico clima y paisaje continental se encuentran mucho más al norte, en Siberia o en el Escudo Canadiense, con largos inviernos de varios meses bajo la nieve, cosa que no ocurre al interior peninsular. En cambio, lo que sí sucede es que los rebordes montañosos (Cantábrico, Ibérico, Béticas...) aíslan a la meseta de la influencia marítima, provocando una continentalización, es decir, un clima mediterráneo pero con mayor amplitud térmica, veranos más cálidos y sobre todo inviernos más fríos.

En nuestro caso, este paisaje se sitúa en las dos mesetas más el valle del Ebro, territorios aislados en gran parte por las montañas de la influencia marina.  

En cuanto al clima, tiene las características del mediterráneo pero mas extremo. Los veranos son cálidos y los inviernos largos y fríos. Las precipitaciones provienen mayoritariamente de las borrascas que desde el Atlántico atraviesan Portugal durante el invierno y que en verano se desplazan hacia el norte, provocando varios meses de sequía. Es destacable decir que la submeseta norte es mas fría que la sur al ser más alta y el clima más lluvioso cuanto más al oeste y al norte nos situamos. También el Valle del Ebro es más seco que la Meseta.

 La vegetación es la típica del bosque mediterráneo, dominado por la encina (Quercus ílex) en suelos calcáreos y el alcornoque (Q. suber) en los silíceos; en altura, otro miembro de la familia, el roble (Q. ruber) sustituye a la encina. Es destacable el paisaje de la dehesa donde bosque aclarado, pastos y cultivo conviven en equilibrio. Como en todos los paisajes, esta vegetación ha sido alterada por el ser humano, en este caso para el cultivo de cereales mayoritariamente.

El relieve es mayoritariamente llano y está constituido por la meseta y el valle del Ebro, aunque también tenemos zonas montañosas como es el Sistema Central, los Montes de Toledo o gran parte del Sistema Ibérico.

En cuanto a los ríos, a pesar del clima mediterráneo, la gran presencia de montañas y las abundantes nevadas de las sierras hace que sean caudalosos, por la gran cantidad de afluentes que vienen de las zonas altas, pero siempre de norte a sur. Así el Duero es más caudaloso que el Tajo, y el Tajo más que el Guadiana. Son ríos largos y lentos a su paso por las mesetas o por el valle del Ebro, como el río del mismo nombre, que recoge las aguas del Pirineo. 

¡Analizamos los datos!

Responde las siguientes preguntas a partir de la observación del climograma, correspondiente a Molina de Aragón:

Climograma de Molina de Aragón
WikiMedia Commons/Sonsaz. Molina de Aragón-Precipitación y temperatura (Dominio público)

a) ¿Qué meses son el más frío y el más cálido? ¿ Cuanta amplitud térmica hay entre uno y otro?

b) ¿ Cuantos litros de agua por metro cuadrado precipitan en todo el año? ¿Hay algún mes de sequía?

c) ¿Hay alguna relación entre este climograma y las características de los ríos y de la vegetación?