Esta es una zona con una gran densidad de población y donde podemos encontrar un hábitat disperso con gran cantidad de aldeas, caseríos y pueblos pequeños que ocupan el espacio entre los grandes núcleos de población.
El litoral es rocoso y escarpado por la proximidad de la Cordillera Cantábrica, por lo que, en las bahías, rías y estuarios de los ríos, se sitúan multitud de puertos pesqueros.
En el interior, los cultivos y sobre todo los prados y la explotación ganadera ocupan el territorio, siendo la causa de ese poblamiento disperso.
La industria siderometalúrgica, ligada a los yacimientos de carbón, y la actividad comercial de los puertos hicieron crecer las ciudades . Estos fueron, por ejemplo, los casos de Avilés y Bilbao. Ahora bien, actualmente el envejecimiento de la población es el principal problema demográfico de esos enclaves, especialmente en las zonas rurales del noroeste.
En los últimos tiempos, se ha sumado la actividad turística tanto en el litoral, como en el interior montañoso, siendo una manera de diversificar la economía y mantener a la población en las zonas rurales.