Este tipo de paisaje está situado por toda la zona del litoral Mediterráneo, más el valle del río Guadalquivir y las islas Baleares.

En cuanto al clima, hablamos del mediterráneo típico o litoral, marcado por la influencia en verano de las altas presiones de origen sahariano y por el paso de las borrascas atlánticas el resto del año, todo ello matizado por la proximidad del mar. En cuanto a las temperaturas, estas son altas en verano, especialmente cuanto más al sur y suaves en invierno. Por contra, las precipitaciones se caracterizan por la irregularidad, con una marcada sequía estival y lluvias torrenciales en el otoño o en la primavera, que pueden provocar inundaciones.

La vegetación natural sería el bosque mediterráneo, perfectamente adaptado a la sequía del verano. Está formado por árboles de hoja perenne, como encinas o alcornoques, que en condiciones naturales cubrirían la mayor parte del territorio. En la costa y en zonas secas o degradadas, es sustituido por la maquia mediterránea, formación arbustiva densa e impenetrable donde podemos encontrar encinas mezcladas con coscoja, pinos, lentisco y palmitos entre otras especies. Cuando el matorral se degrada pierde altura y frondosidad, dando paso al romero, la retama y la aliaga hasta llegar en la zona sureste a una estepa herbácea. Actualmente, gran parte de este territorio se encuentra ocupado por pinos, especie favorecida por el hombre.

El relieve de esta zona es básicamente montañoso por la presencia de las Béticas, Sierra Morena, el Ibérico, el Sistema Litoral Catalán y los Pirineos, pero, en la zona del valle del Guadalquivir, la parte final del río Segura y alrededor del Golfo de Valencia se abren extensas llanuras litorales muy pobladas.  

En esta zona los ríos, debido al relieve montañoso y al clima mediterráneo son cortos, poco caudalosos, rápidos e irregulares, con excepción del Ebro. Una característica propia de esta zona es la existencia de numerosas ramblas o barrancos, que son cauces secos la mayor parte del año y por donde sólo discurre el agua en caso de fuertes precipitaciones, a menudo catastróficas.

Por último decir que no se puede hablar de ríos en Baleares, Ceuta y Melilla.