Con la formación de las primeras civilizaciones surge la necesidad de organizar el territorio habitado y garantizar la convivencia así como la protección de su población a través de una serie de instituciones y leyes. Es así como surgen los Estados, es decir, cuando un territorio está organizado política, jurídica y administrativamente por un conjunto de instituciones.

Los primeros Estados surgieron en Oriente Próximo (Mesopotamia y Egipto) organizados en torno a la figura de un rey y su élite secular y religiosa, siendo el templo el espacio administrativo central para la toma de decisiones. 

Hoy en día son varias las instituciones encargadas de organizar un Estado y de desempeñar una serie de funciones y poderes. La distribución de estos poderes entre los diferentes organismos que forman el Estado varían en función de la forma de gobierno. A lo largo de este itinerario educativo conoceremos diferentes formas de gobierno democráticas y no democráticas.

El Estado establece una serie de normas que regulan la sociedad de un territorio a través de un conjunto de instituciones permanentes, con soberanía e independientes de otros territorios. El gobierno no es lo mismo que el Estado. El gobierno es un conjunto de personas (ministros y presidente) que gestiona política y administrativamente las instituciones del Estado de forma temporal ejerciendo el poder asignado y al servicio del Estado.

Un territorio está organizado por un Estado. Sin embargo, un territorio puede estar formado por una o varias naciones. Cuando la población de un territorio tiene una misma lengua, cultura, historia y costumbres, nos referimos a que esta población se constituye como una nación. Cada nación suele tener su Estado, pero no siempre sucede así: 

• Hay naciones que no comparten un mismo Estado, es decir, puede haber una sociedad que pertenece a una misma nación pero que está dividida por dos o más Estados. Es el caso de los coreanos, divididos en dos Estados: Corea del Norte y Corea del Sur.
• Del mismo modo existen Estados formados por diferentes naciones. Es el caso de Bolivia, ejemplo de “Estado multinacional”, donde conviven diversas naciones indígenas bajo la organización política y administrativa de un mismo Estado.

El Estado suele reconocer la identidad y diversidad de sus naciones en su Constitución (ley fundamental que rige las leyes de un país) con el fin de garantizar una convivencia democrática entre sus habitantes.