El expansionismo italiano
La política exterior del régimen fascista buscó emular las glorias pasadas del Imperio romano. No en vano, en 1911 Italia invadió parte de Libia, que por aquel entonces era territorio del Imperio otomano. En ese sentido, puede afirmarse que con Mussolini no hizo más que acrecentarse una política expansionista preexistente que, hacia 1927, llevó a completar el control de ese territorio.
Hay que recordar que, desde finales del XIX, Italia ya poseía el territorio de Eritrea, y que en 1896 el ejército italiano sufrió una vergonzante derrota frente a las tropas etíopes en la batalla de Adua. Por ese motivo, en 1936 Italia invadió Etiopía, uno de los dos países (el otro era Liberia) que quedaban sin ocupar en África por las potencias europeas.
Por último, en 1939, antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial, las fuerzas italianas se anexionaron Albania.