Se consideran textos objetivos aquellos en los que el emisor presenta un tema, pero sin opiniones personales al respecto.
En este tipo de textos que ya estudiaste el curso pasado aparecen, en gran medida, la objetividad y las funciones referencial y metalingüística, en las que el emisor pretende desarrollar unos contenidos con claridad y precisión. Los textos objetivos, generalmente las exposiciones, también tienen mucho que ver con el receptor y el contexto; de ahí, que se pueda diferenciar entre aquellos que tienen carácter divulgativo (destinados a un receptor genérico) y los especializados (destinados a receptores expertos en el tema).
Generalmente, este tipo de textos suele tener una estructura interna dividida en tres partes:
- Introducción. Apartado en el que se suele plantear el tema.
- Desarrollo. Apartado en el que el emisor realiza una exposición detallada del tema.
- Conclusión. El autor termina el texto con una idea general que sirve de resumen a las anteriores.
Se consideran objetivos los siguientes tipos de texto.
- Orales: conferencia, documental.
- Escritos: informe, memoria, curriculum vitae, acta, libro de texto, enciclopedia...