Comenzamos
Según el Diccionario de la RAE, "persuadir" es inducir, mover, obligar a alguien con razones a creer o hacer algo. Mientras que "argumentar" es aducir, alegar, dar argumentos para probar o demostrar una proposición, o para convencer de lo que se afirma o se niega. Por dicha razón, podemos afirmar que persuadir y argumentar son dos conceptos que están claramente relacionados.
En nuestra vida cotidiana, constantemente nos encontramos con situaciones en las que tenemos que convencer al interlocutor para obtener una respuesta favorable por su parte. Ya sea para conseguir un puesto de trabajo, convencer de la concesión de un préstamo, justificar una ausencia, vender nuestro producto o hacer que alguien nos siga en nuestras ideas, deberemos tener las habilidades suficientes para persuadir al interlocutor y utilizar los argumentos necesarios que sostengan nuestra postura.
Argumentar es intentar convencer por medio de razones que sirvan para defender una opinión o para justificar nuestro comportamiento o actitud ante un tema o acto comunicativo. Por lo tanto, en estos actos de habla, además de existir un momento informativo, también tenemos el acto argumentativo, hecho por el cual, en estos textos, predominará, además de la función referencial, la función apelativa.