¿Qué es un ecosistema polar?
La Real Academia de la Lengua Española (RAE) define ecosistema como una comunidad de seres vivos cuyos procesos vitales se relacionan entre sí. En el caso de los ecosistemas polares, estos se desarrollan en las regiones del Océano Glaciar Ártico en el Polo Norte y del continente de la Antártida, en el Polo Sur. Se trata de los ecosistemas que ofrecen los factores físicos más extremos del planeta.
Los factores abióticos son los factores que intervienen en el medio físico y que contribuyen a la configuración de un ecosistema, tales como la incidencia del agua, del aire y del sol. Los factores abióticos que influyen en los polos son precipitaciones en forma de nieve, que junto a los fuertes vientos polares del Este conforman enormes banquisas o bancos de hielo. Las temperaturas medias anuales se sitúan en torno a los -30º en el Polo Norte y a los -50º en el Polo Sur, que es la región más fría del planeta. La fuente de energía solar también es escasa en estos ecosistemas, ya que durante seis meses consecutivos es siempre de noche en el hemisferio Norte mientras en el hemisferio Sur es de día, para luego pasar a la situación inversa durante los siguientes seis meses que faltan para finalizar el año. Durante los días polares la incidencia de la energía solar no es demasiado elevada, ya que el sol permanece siempre en el horizonte debido a la inclinación de la Tierra, pero en el momento en el que se debería producir la puesta de sol para dar lugar a la noche, el astro solar vuelve a subir en el horizonte generando el fenómeno denominado “Sol de medianoche”.
Al hablar de la luz y los ecosistemas polares es importante conocer uno de los fenómenos más bellos que suceden en la Tierra, las auroras boreales y australes, que acontecen en los polos Norte y Sur, respectivamente. Este fenómeno natural surge, cuando los polos magnéticos de la Tierra desvían las partículas solares, activando sus átomos y moléculas y generando en el cielo un espectáculo luminoso. La variedad cromática depende de los gases con los que interactúan las partículas lanzadas por el astro solar, siendo el nitrógeno el que produce colores azules y morados y el oxígeno, el implicado en los anaranjados y rojizos.
El último factor abiótico al que haremos referencia es el suelo, un aspecto que difiere en los ecosistemas del Polo Norte que en su mayoría se compone de una banquisa flotante sobre el Océano Ártico y el ecosistema del Polo Sur, que se asienta sobre el continente de la Antártida, rodeada por el Océano Antártico. En ambos, se produce una capa de hielo que se denomina permafrost, en la que se almacena una cantidad importante de carbono fruto de la descomposición de plantas y seres vivos a lo largo del tiempo. Esta capa de hielo en las últimas décadas está disminuyendo su grosor debido al cambio climático, lo que supone un peligro al liberar el carbono en él almacenado. Además, el hielo derretido puede generar numerosos cambios en las corrientes marítimas debido al aporte de agua fría dulce del deshielo, así como en los nutrientes de los que están compuestos los mares y océanos.
En cuanto a los factores bióticos de los ecosistemas polares, las propias condiciones climatológicas hacen difícil la habitabilidad de estas regiones del planeta. Por este motivo, escasea la vegetación que se limita en regiones aisladas a la tundra, líquenes y musgos. Lo mismo sucede con las especies animales, solamente las que tienen mayor capacidad de adaptación al frío polar son las que pueden sobrevivir. Se trata por lo tanto de animales con un gran pelaje, pieles gruesas y duras o grandes capas de grasa que les permitan aislarse del frío, como los osos polares del Ártico, las morsas, el buey almizclero o los pingüinos y elefantes marinos de la Antártida.
También tienen lugar en estos ecosistemas las aves migratorias que recorren grandes distancias, como las grullas siberianas, ánsares nivales, petreles y palomas antárticas. En estos parajes inhóspitos también podemos encontrar insectos como ácaros, arácnidos y garrapatas, la mosca negra y multitud de mosquitos.