DEFINICIÓN DE UN ECOSISTEMA DE SELVA

La Real Academia de la Lengua Española (RAE) define ecosistema como una comunidad de seres vivos cuyos procesos vitales se relacionan entre sí. En el caso de los ecosistemas de selva estos cubren una extensión verde del planeta del 6% pero debido a su densidad y la riqueza de su biodiversidad estos suponen auténticos pulmones de la Tierra y tienen un alto valor biológico. Esto otorga a estos biomas un papel muy importante como el de garantizar el equilibrio ecológico entre los diferentes ecosistemas, contribuir a atenuar el calentamiento global por su producción de oxígeno y retención de dióxido de carbono, ayudar a mantener el ciclo del agua, contribuir a que existan mayores precipitaciones al retener un mayor volumen de agua y generar una mayor condensación que se transforma en lluvia y que a su vez se almacena en el sustrato que nutre la ingente flora que se asienta en los ecosistemas selváticos.

En cuanto a la ubicación de los ecosistemas de la selva se encuentran siempre próximos al ecuador de la Tierra puesto que es donde se reúnen las condiciones climáticas para su desarrollo. La selva más extensa del planeta es el Amazonas que ocupa siete millones de kilómetros cuadrados extendiéndose fundamentalmente por Brasil, pero también por otras regiones como Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú, Venezuela, Surinam y Guyana. La segunda en orden de extensión es la selva del Congo que se localiza en África Central ocupando 3.7 millones de kilómetros cuadrados. Además de estos dos ingentes biomas encontramos ecosistemas de selva en otros puntos del planeta como en la región de Indonesia en las islas de Sumatra, Borneo, Sulawesi y Nueva Guinea. También localizamos regiones selváticas en Argentina, Guatemala, México donde localizamos la selva Lacandona o Madagascar en África.

CARACTERÍSTICAS DEL ECOSISTEMA DE LA SELVA

Factores abióticos

Los factores abióticos que influyen en estos ecosistemas de la selva son entre otros:

• Las precipitaciones son abundantes y se suceden a lo largo del año o se concentran en una estación concreta del año y estas proporcionan al suelo un buen grado de humedad para la proliferación de abundante vegetación.
• El agua y la humedad son el factor más característico de las selvas situadas en el ecuador de la Tierra que se asientan en torno a las cuencas de caudalosos ríos como el Amazonas o el río Congo y sus afluentes.
• El suelo de los ecosistemas de selva tiene la característica de ser ácidos y escasos en nutrientes puesto que el alto grado de humedad genera una rápida descomposición de las rocas y además cuentan con poca profundidad, algo que llama la atención puesto que no es impedimento para que se desarrollen especies autóctonas de extraordinaria riqueza en cuanto a biodiversidad.
• Las temperaturas medias anuales oscilan entre los 27 y los 29 grados manteniéndose estables a lo largo del año.
• La fuente de energía solar es fundamental para la vida de estos ecosistemas ya que la flora de la selva utiliza esta energía para realizar la fotosíntesis. Debido a la altura de algunas especies de árboles que llegan a alcanzar los 30 metros y al espesor que conforman en la capa superior, la mayor parte de la energía solar se absorbe desde las copas de los árboles, de forma que la vegetación baja ha sufrido una adaptación al medio adoptando grandes hojas para captar mejor la escasa luz del sol que penetra hacia el interior de la selva.

Factores bióticos

Los factores bióticos de este ecosistema se caracterizan por ser enormemente diversos en cuanto a riqueza de especies exóticas y la existencia de ejemplares realmente únicos. Se pueden encontrar hasta 53.000 especies de árboles diferentes en la selva y la mitad de las especies de animales del planeta, algunos incluso aún desconocidos por el hombre.

Dentro de los factores bióticos encontramos la siguiente clasificación:

• Productores: capaces de subsistir por sí mismos como las plantas que necesitan de la luz del sol para poder realizar la fotosíntesis. La exuberante vegetación que se alza sobre el rojizo suelo selvático se clasifica según el estrato que ocupa desde el nivel del suelo: estrato herbáceo (plantas de hoja ancha para captar la escasa luz que atraviesa las copas de los árboles), estrato arbustivo o denominado también sotobosque compuesto por arbustos de hasta metro y medio de altura, estrato dosel que acoge árboles de más de treinta metros tejiéndose una red vegetal en las copas de los árboles que acogen a numerosas especies animales. Por último, tendríamos el estrato emergente que supera los cuarenta metros de altura, con árboles de hojas cerosas para resistir a la luz solar y generalmente de hoja perenne.

• Consumidores primarios: son los seres vivos que se alimentan de plantas. Entre ellos, en la selva existen muchas aves que se alimentan de bayas y hojas como el tucán, las guacamayas o el pavo real del Congo, algunos ungulados como tapires y okapis, primates como los gorilas, mandriles o aulladores negros, otros mamíferos como los perezosos del Amazonas que pueden llegar a dormir 15 horas y reptiles como la iguana verde. 
• Consumidores secundarios: se alimentan de otros animales, por lo tanto, son carnívoros y algunos son grandes depredadores como el águila arpía de gran envergadura que se alimenta de roedores y de especies de mayor tamaño como monos. El jaguar es también otro gran depredador de estos ecosistemas dotado de unos fuertes colmillos que son capaces de atravesar los caparazones de las tortugas gigantes. Entre los consumidores secundarios de la selva también existen animales omnívoros que se alimentan tanto de carne como de vegetales como el coatimundi (mapaches sudamericanos) o el tamarino león dorado del Amazonas (un pequeño mono en peligro de extinción).
• Descomponedores: son microorganismos como bacterias y hongos que se alimentan de la materia orgánica en descomposición de los productores y consumidores (materia orgánica, excrementos, restos de animales, etc.). Destacan entre los descomponedores de la selva las termitas de madera húmeda, los escarabajos, hongos, gusanos como el gusano de terciopelo, lombrices de tierra y bacterias entre otros.