DEFINICIÓN DE UN ECOSISTEMA DE SABANA

La Real Academia de la Lengua Española (RAE) define ecosistema como una comunidad de seres vivos cuyos procesos vitales se relacionan entre sí. En el caso de los ecosistemas de la sabana se trata de hábitats que nos demuestran la capacidad de adaptación de las especies que sobreviven pese a la escasez de agua y a la aridez del terreno y que nos muestran una enorme riqueza en cuanto a biodiversidad con un alto valor biológico. Esto otorga a estos biomas un papel muy importante como el de garantizar el equilibrio ecológico entre los diferentes ecosistemas y fijar el dióxido de carbono, aunque es sin duda el sistema biológico más amenazado por el cambio climático y el calentamiento global contando cada vez con más extensiones desérticas que sufren intensas sequías que se acentúan aún más por el intenso pastoreo. Cada año 46.000 kilómetros cuadrados de sabana se transforman en zonas desérticas que se reconvierten en zonas de pastoreo que generan aún un mayor impacto en la zona impidiendo su regeneración.

En cuanto a la ubicación de los ecosistemas de la sabana se encuentran siempre próximos a los trópicos de la Tierra puesto que es donde se reúnen las condiciones climáticas para su desarrollo. La sabana más característica y reconocida por las especies de plantas y animales que alberga es la africana, que se localiza en las regiones de Kenia, el Serengueti en Tanzania o la sabana arbolada de teca del Zambeze que se extiende por Angola, Namibia, Botsuana, Zambia hasta Zimbabue. Pero existen biomas de la sabana en otros continentes como en América (como las que se sitúan en torno al río Orinoco en Colombia y Venezuela o las de los altiplanos de Brasil) o en Oceanía que ocupan una cuarta parte del norte de Australia.

CARACTERÍSTICAS DEL ECOSISTEMA DE LA SABANA

Factores abióticos

Los factores abióticos que influyen en estos ecosistemas de la sabana son entre otros:

• Las precipitaciones de forma general son escasas e incluso en las regiones de África oriental las sabanas se caracterizan por periodos muy marcados de sequía en lo que se suele denominar estación seca que dura unos cinco meses y se caracteriza por unas temperaturas bajas.
• El suelo de los ecosistemas de sabana tiene la característica de ser pobre en nutrientes puesto que las marcadas estaciones secas y la escasa pluviosidad influyen en la falta de vegetación y de materia orgánica que incida en la fertilidad del suelo. Son suelos arenosos y de poca profundidad, con algunos minerales en las capas más profundas del mismo.
• Las temperaturas medias anuales se sitúan en torno a los 17ºC sin oscilaciones demasiado bruscas entre las máximas que suelen alcanzar los 34ºC y las mínimas que se pueden establecer en torno a los 21ºC.
• La fuente de energía solar es fundamental para la vida de estos ecosistemas ya que la flora de la sabana utiliza esta energía para realizar la fotosíntesis y de ella depende la supervivencia de algunas especies de animales, como los reptiles que utilizan la fuente de luz solar para regular la temperatura ya que son de sangre fría. Debido a la situación geográfica de las sabanas en torno a los trópicos de cáncer y capricornio se benefician de unas 10 a 12 horas de sol diarias a lo largo del año.

Factores bióticos

Los factores bióticos de este ecosistema se caracterizan por ser enormemente diversos en cuanto a riqueza de especies y la existencia de ejemplares realmente únicos.

Se caracterizan por presentar una gran capacidad de adaptación al medio, desarrollando en el caso de la vegetación técnicas que ayudan a sobrevivir a las especies a los intensos periodos de sequía como la proliferación de bulbos y semillas y la adaptación de sus raíces, que son mucho más largas para llegar a las zonas más profundas del subsuelo de las que nutrirse de agua y minerales. De la misma manera, los animales de la sabana también cuentan con un instinto natural de supervivencia que les lleva a realizar adaptaciones al medio como los colores de sus pieles para poder camuflarse en el paisaje, el desarrollo de una fuerte musculatura en algunas especies que les ayuda a poder recorrer grandes distancias a una enorme velocidad o la fisionomía de algunas especies como las jirafas que con su gran cuello pueden alcanzar las hojas de los árboles para garantizar su alimentación.

Dentro de los factores bióticos encontramos la siguiente clasificación:

• Productores: capaces de subsistir por sí mismos como las plantas que necesitan de la luz del sol para poder realizar la fotosíntesis. La vegetación que se alza sobre el arcilloso suelo de la sabana se caracteriza por el predominio de pastos pangola entre los que destaca la hierba común de los dedos o “digitaria eriantha” con una gran adaptabilidad y resistencia a las sequías. Podemos destacar también en las sabanas más cálidas la hierba de tallo azul que ayuda contra la erosión en las zonas más afectadas por el pastoreo. Entre los árboles destacan el baobab, la acacia, el jackalberry o árbol de ébano africano y la espina de búfalo que es un arbusto grande. De todos el más emblemático es el baobab, que también se conoce como “árbol botella” o “pan de mono” por las bayas que produce que se caracterizan por ser frutos con múltiples semillas. El baobab puede alcanzar los 25 metros de altura y los 10 metros de grosor y adquiere diferentes formas según la especie ya que estos se extienden por África, Australia o Madagascar donde recibe el nombre de “árbol de la vida” por su capacidad para alargar su existencia a los mil años.
• Consumidores primarios: son los seres vivos que se alimentan de plantas. Entre ellos, en la sabana existen animales herbívoros que generalmente se concentran en manadas como los elefantes, cebras, jirafas, hipopótamos o avestruces. Un herbívoro muy singular de la sabana australiana es el koala, que se alimenta de hojas de eucalipto y que cuenta con un aparato digestivo dotado de bacterias que eliminan las toxinas de estas plantas para poder nutrirse de ellas.
• Consumidores secundarios: se alimentan de otros animales, por lo tanto, son carnívoros y algunos son grandes depredadores como los leones que se concentran en grupos para cazar a sus presas o el guepardo que se sirve de su velocidad, que puede alcanzar los 96 kilómetros por hora, pero también utiliza su astucia y capacidad de espera para poder garantizar una caza segura. Otro gran depredador de la sabana es el leopardo capaz no solo de atrapar una presa superior a su propio peso sino de cargar con ella a lo alto de los árboles.

• Consumidores terciarios: en la sabana africana podemos encontrar animales carroñeros que se alimentan de los cadáveres de las presas que han sido consumidas parcialmente por otros animales carnívoros. Entre estos animales podemos encontrar hienas o el marabú, un ave zancuda de gran tamaño que alcanza los tres metros y medio de envergadura y que puede hacer desaparecer un animal en descomposición en tan solo diez días. Es muy importante la función de estos animales carroñeros en el ecosistema de la sabana, ya que impiden que se propaguen enfermedades o que las bacterias lleguen a contaminar acuíferos y que también ayudan al aprovechamiento de restos de animales, equilibrando las fuentes de alimentación con un número menor de presas.
• Descomponedores: son microorganismos como bacterias y hongos que se alimentan de la materia orgánica en descomposición de los productores y consumidores (materia orgánica, excrementos, restos de animales, etc.). Las termitas se alimentan de vegetación muerta de la sabana y contribuyen además a airear la tierra para una mayor fertilidad. Al igual que en otros ecosistemas encontramos entre los descomponedores a las lombrices de tierra, los hongos y las bacterias que ayudan a descomponer la carroña sobrante de los animales en estado de putrefacción.