La Conferencia de Belgrado
El Movimiento de los Países No Alineados tuvo su origen en la Conferencia de Bandung, pero tomó forma en la Conferencia de Belgrado de 1961. En ella se reunieron prácticamente los mismos países que en Indonesia, pero con una intención clara de dar un paso más en la colaboración entre los países que habían alcanzado recientemente la independencia.
A los tres líderes mencionados anteriormente (Nehru, Nasser y Sukarno) se sumó ahora la figura polémica del mariscal Tito, de Yugoslavia, principal voz discordante con la uniformidad del bloque comunista. Fue el anfitrión de la Conferencia y uno de sus principales impulsores. Su presencia, así como la de Cuba, primer país no afroasiático en participar, fue controvertida por sus vínculos con la Unión Soviética.
Los acuerdos a los que se llegaron en la Conferencia fueron muy similares a los tomados en Bandung, si bien se mostró una mayor predisposición a ser una parte activa en el escenario mundial, y no solo un grupo de países que no querían pertenecer a los dos bloques enfrentados en la Guerra Fría.
Así, se hizo especial hincapié en:
- La eliminación del imperialismo y el neocolonialismo.
- La cooperación pacífica de los pueblos, en el marco de la coexistencia pacífica impulsada por Kruschev.
- El rechazo a los bloques militares existentes, abogando por un desarme general.
- El derecho de autodeterminación de los pueblos colonizados.
El Movimiento, fundado en el contexto de la Guerra Fría como forma de defenderse de las dos grandes superpotencias del momento, EE.UU. y la URSS, continúa, sin embargo, estando vigente en la actualidad con más de cien países miembros, aunque su peso internacional se ha visto muy reducido.