El primer paso hacia la neutralidad
El primer paso en la alianza de países que defendían una tercera vía que no supusiera plegarse a la voluntad de una de las dos superpotencias se dio en Bandung, Indonesia, en 1955. Allí tuvo lugar una conferencia de 29 países, la mayoría de ellos recién independizados y todos africanos o asiáticos. De hecho, la conferencia recibió el sobrenombre de Conferencia Afroasiática.
Su intención, plasmada en una declaración final firmada por todos ellos, era defender su derecho a la independencia, no solo desde el punto de vista formal, que ya lo habían conseguido, sino también de facto, lo que tenían más complicado a medida que iba extendiéndose la nueva forma de dominación llamada neocolonialismo, que suponía (y supone) que los países en vías de desarrollo de nueva creación dependían (y dependen) económicamente de las grandes potencias, que explotaban (y explotan) a estos países en su propio beneficio.
Además, en la declaración se defendía:
- El respeto por los derechos fundamentales del hombre y la igualdad de todas las razas y de todas las naciones.
- La abstención de intervenciones en los asuntos internos de otros países o a ejercitar presión sobre otros países mediante actos o de amenaza de agresión y del uso de la fuerza.
- El respeto al derecho de toda nación a defenderse y participar en acuerdos de defensa colectiva.
- La promoción del interés y de la cooperación recíproca, dentro del respeto por la justicia y las obligaciones internacionales.
- Hacer valer las creencias de las distintas culturas internacionales.