Dos mundos enfrentados
Los cambios políticos
Tras la tensa crisis de los misiles cubanos, que casi nos condujo a un cataclismo nuclear, se considera terminada la coexistencia pacífica, pues la situación en las dos superpotencias enfrentadas (EE.UU. y la URSS) va a cambiar radicalmente en los siguientes años.
En EE.UU., el presidente Kennedy fue asesinado en 1963 y sus sucesores tuvieron que hacer frente a situaciones nuevas:
- El importante avance en la lucha por los derechos civiles, con Martin Luther King a la cabeza, a pesar del duro golpe que supuso su asesinato en 1968.
- La Guerra de Vietnam, que trajo consigo la reacción contra ella y el nacimiento del movimiento pacifista.
- La crisis del petróleo, a partir de 1973, cuando los países exportadores de petróleo deciden unir sus fuerzas y el precio del crudo se disparó y provocó una crisis económica mundial.
En la URSS, por su parte, en 1964 se produce el relevo en el poder de Kruschev, impulsor de la vía conocida como “coexistencia pacífica”. Su sucesor, Breznev, supuso un cambio a la línea dura, aunque sin llegar a los límites del estalinismo más extremo. Se mantuvo en el poder hasta su muerte en 1982 y también tuvo que afrontar nuevos retos:
- Los diferentes enfoques políticos de otros países comunistas: mantuvo un enfrentamiento ideológico con la Yugoslavia de Tito y la China de Mao, y aplastó sin titubeos los intentos de reforma en Checoslovaquia (Primavera de Praga, 1968)
- La crisis económica de los años 70, en su caso agravada por su inmovilismo, y que llevó a la URSS al estancamiento que provocó su caída a finales de los años 80.
- La Guerra de Afganistán, iniciada en 1979, que supuso para la URSS su “Vietnam” particular.
La primavera de Praga vs Mayo del 68
En enero de 1968 llegaba al poder en Checoslovaquia el reformista Alexander Dubcek. Desde el principio dejó clara su intención de imponer lo que él mismo llamaría “un socialismo con rostro humano”.
Para ello, intentó aplicar una serie de reformas que implicaban una progresiva democratización del país sin abandonar la economía socialista: libertad de expresión, libertad de movimientos y potenciación progresiva de los bienes de consumo.
La respuesta de la Unión Soviética no se hizo esperar y envió a sus tropas a controlar la situación. El ejército checoslovaco no opuso resistencia, pero la población civil sí mostró su oposición. La más famosa de las acciones de resistencia fue la inmolación del estudiante Jan Palach, que falleció al prenderse fuego como forma de protesta.
Pero la resistencia no tuvo los efectos deseados y la Unión Soviética aplastó la rebelión. La única de las medidas adoptadas que sobrevivió fue la división del país en dos federaciones, la checa y la eslovaca, que permitiría una transición pacífica del país cuando llegó el fin del comunismo.
Por su parte, en París, ese mismo año, se produjo en primavera lo que se llamó “el mayo del 68”. Grupos de estudiantes de izquierda, intelectuales y descontentos con una bonanza económica que los había dejado fuera se unieron en unas protestas que culminaron en una huelga general de gran repercusión.
La situación mundial era entonces convulsa, con la Guerra de Vietnam y las primeras protestas del movimiento hippy en el foco de la noticia. El asesinato de Luther King (en el marco de la lucha por los derechos civiles de la población negra en EE.UU.), los sucesos de Praga, y los cambios culturales que se sucedían en el mundo, animaron las protestas de una juventud que no había vivido la II Guerra Mundial y que reclamaba libertad bajo el gobierno del General De Gaulle.
El movimiento terminó en Francia cuando el general convocó elecciones anticipadas para el verano del año 68, pero su influencia fue muy importante en los comienzos del pacifismo en EE.UU. Para la historia quedaron también algunas de sus célebres frases como símbolos de rebeldía: "Bajo los adoquines está la arena de la playa" o "Prohibido prohibir".
Vietnam vs Afgansitán
Como otros países, al terminar la II Guerra Mundial, Vietnam inició su camino para independizarse de su metrópoli, Francia. Sin embargo, al conseguirlo, no fue capaz de evitar un enfrentamiento interno entre la mitad norte, comunista, y la mitad sur, capitalista.
Tanto la URSS como EE.UU. tomaron partido y a partir de 1964 el enfrentamiento latente se convirtió en guerra abierta. El entonces presidente de EE.UU., Lyndon B. Johnson, para responder a la guerra de guerrillas que se había impuesto en el sur, ordenó atacar posiciones al norte del paralelo 17, donde estaba situada la línea que dividía el país. La Unión Soviética no dudó en apoyar al Frente Nacional de Liberación de Vietnam, conocido como Viet Cong, hasta su victoria final.
En 1975 la guerra terminaría con la unificación de Vietnam bajo un régimen comunista, en lo que fue la primera derrota de EE.UU. en un conflicto armado. Además, esta guerra tuvo diferentes consecuencias en EE.UU. Una de ellas, el movimiento pacifista que se inició durante el desarrollo de la guerra, unido a la lucha por los derechos civiles, que verían en la gran cantidad de bajas de hombres de raza negra un símbolo de la discriminación racial todavía presente en el país. Ambos hechos marcarían profundamente la sociedad norteamericana en los años posteriores, así como sus relaciones con la Unión Soviética, que entrarían en un breve periodo de distensión.
Se trata de un breve periodo que terminaría con la invasión soviética de Afganistán en 1979. El año anterior una revolución socialista había supuesto el comienzo de un enfrentamiento civil entre las tropas apoyadas por la Unión Soviética y los guerrilleros islámicos. A raíz de la intervención directa de la URSS la guerrilla islámica recibió el apoyo de EE.UU. en lo que sería el último enfrentamiento más o menos directo entre ambas potencias.
Y en este caso la gran derrotada sería la Unión Soviética, que, incapaz de imponerse a los afganos, grandes conocedores de un terreno muy abrupto, tuvo que retirarse en 1989. La guerra duraría hasta 1992, cuando la desintegración de la URSS permitió a los guerrilleros afganos imponerse definitivamente.
Paradojas de la historia, algunos de esos vencedores, que lo fueron en parte gracias al apoyo norteamericano, estarían detrás de los atentados contra las Torres Gemelas en 2001, lo que provocaría un nuevo conflicto en Afganistán, aunque ya no en el marco de la Guerra Fría.