Los bloques enfrentados durante la Guerra Fría defendían maneras muy diferentes de entender cómo debe organizarse la sociedad. Se suele hablar de bloque capitalista frente al bloque socialista o comunista, y estos términos nos dan una idea de que el factor económico será fundamental para entender este enfrentamiento. 

En el bloque capitalista se defendía la supremacía de la economía de mercado, caracterizada por la ley de la oferta y la demanda, la propiedad y la iniciativa privada y una mayor producción de bienes de consumo. Por contra, la economía socialista o comunista se definía por el control estatal de los medios de producción, por una planificación por parte del Estado y por una menor producción de bienes de consumo, pero mayor de industria pesada. En general, por una mayor intervención del Estado que evitaba la libre competencia. 

Por lo que respecta a la organización política, en el bloque occidental se habían instaurado democracias parlamentarias, definidas por el pluralismo político, el sufragio universal y la división de poderes, mientras que en el bloque socialista se impuso el partido único (el Partido Comunista) y no había elecciones libres.

Todas estas características conformaban sociedades muy diferentes. En los países liderados por EEUU, país convertido ahora en superpotencia, la sociedad se caracterizaba por la libertad, en sus diferentes acepciones de libertad de movimientos, de reunión, de prensa, de asociación..., y en los países liderados por la otra superpotencia, la Unión Soviética, los regímenes totalitarios impedían el desarrollo de dichas libertades, e incluso de la libertad de expresión. 

La Guerra Fría se extendió durante más de cuarenta años, con una intensidad variable.

Durante los primeros años, en un periodo conocido como la contención, ambas potencias fueron dejando claras sus posturas y su enfrentamiento. Mientras la Unión Soviética imponía su régimen en las llamadas democracias populares, Estados Unidos impulsó el Plan Marshall en 1947 (para facilitar ayudas económicas a los países europeos y así evitar la influencia soviética) y la Organización del Tratado de Atlántico Norte (OTAN, 1949) para aglutinar militarmente a sus aliados. La URSS respondió con la creación del Pacto de Varsovia, con el mismo fin, en 1955. 

Tras la muerte de Stalin en 1953 la relación entre ambos países no mejoró mucho, pero se impuso lo que Kruschev denominó la Coexistencia pacífica. La Guerra de Corea (1950-1953) había supuesto el primero de los enfrentamientos indirectos entre ambas superpotencias, y acabó sin un ganador claro. En 1959, el triunfo de la Revolución socialista de Fidel Castro en Cuba aumentó las posibilidades de una guerra abierta, posibilidades que el mundo vio muy reales durante las dos semanas que duró la llamada Crisis de los misiles cubanos en octubre de 1962, cuando Estados Unidos descubrió la instalación de misiles en Cuba por parte de la Unión Soviética y ambas potencias se amenazaron mutuamente.

Este periodo, que a pesar de su nombre presenció un aumento constante de la tensión, y durante el cual se levantó el muro de Berlín (1961), se prolongó hasta la derrota de EEUU en la Guerra de Vietnam, en 1973.

Empezó entonces un periodo conocido como la distensión, en el que ambos países habían tomado nota de cierto descontento entre sus poblaciones (Mayo del 68 en occidente y Primavera de Praga, también en el 68, en el bloque oriental). Parecía como si los dos países aceptaran el status quo y hubieran decidido no interferir en la política del rival.

Pero este periodo terminó con la revolución islámica en Irán y la invasión soviética de Afganistán, ambas en 1979, que supusieron el comienzo del último periodo de la Guerra Fría. La escalada de tensión que se vivió en los años 80 durante la presidencia de Ronald Reagan en EE.UU. terminó cuando el líder soviético Mijail Gorbachov impulsó una política de aperturismo conocida como Perestroika que llevó al colapso del régimen soviético. La caída del muro de Berlín en 1989 fue el símbolo del fin de una era. La Unión Soviética desaparecería oficialmente en 1991.