De Polonia a Chernobyl
La desintegración de la URSS fue un hecho sorprendente que en ocasiones se nos presenta como si hubiera sucedido de un día para otro. Pero, durante los años ochenta, el bloque comunista fue dejando una serie de señales que pocos supieron interpretar.
Sin contar con los intentos rupturistas producidos en Hungría (1956) y Checoslovaquia (Primavera de Praga, en 1968), el primer país en plantear reformas profundas fue Polonia. En 1980, allí se fundó el sindicato católico Solidaridad, el primer sindicato independiente en un país comunista. Estaba dirigido por Lech Walesa y desde el principio apostó por la resistencia pacífica. Durante sus primeros años el sindicato fue perseguido y su líder hecho prisionero en diferentes ocasiones. Las posibilidades de actuar del sindicato estaban muy limitadas, pero, sin duda, fueron un motivo de desestabilización para los regímenes comunistas, no solo para Polonia. A ello contribuyó también la concesión del premio Nobel de la Paz a Lech Walesa en 1983.
Es difícil saber si los cambios que a la vez se fueron produciendo en Polonia y otros países satélite son una causa o una consecuencia de las reformas iniciadas por Gorbachov. Lo que sí parece obvio es que hubo un suceso que influyó de manera significativa a acelerar el derrumbe del bloque comunista. En abril de 1986, en Chernóbil (Ucrania), entonces parte de la URSS, explotó una central nuclear que provocó la mayor catástrofe nuclear de la historia y un desastre ecológico sin precedentes. El número de fallecidos de manera directa o indirecta nunca se ha llegado a determinar con exactitud. El accidente hacía visible al mundo la incapacidad de la URSS para mantener sus propias instalaciones y su precariedad económica e industrial.
El estancamiento económico impedía a la URSS reaccionar ante los progresos rupturistas de otros países además de Polonia y justificaba las reformas impuestas por Gorbachov. Mientras tanto, EE.UU. optó por una política de no injerencia para no provocar una reacción contraria a los acontecimientos que se estaban produciendo.