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La coexistencia ¿pacífica?

El nombre frente a la realidad

Origen del concepto

En 1953, la muerte de Stalin permitiría avanzar hacia una nueva forma de relaciones internacionales. De hecho, el nuevo líder soviético Nikita Kruschev habló por primera vez del concepto "coexistencia pacífica" tan solo dos años después, en 1955. La Guerra de Corea (1950-1953) había terminado sin un ganador claro, y tanto EE.UU. como la URSS habían perdido más de lo que habían ganado. Con la nueva política, Kruschev reconocía la existencia de una realidad económica (capitalista) diferente del régimen socialista que él dirigía en la Unión Soviética (URSS) y la necesidad de llegar una tolerancia mutua que les permitiera desarrollar su política económica sin injerencias extranjeras. La idea, según sus propias palabras, era demostrar al mundo que el sistema socialista era el más adecuado y así convencer a otros países de sus beneficios para que adoptaran esa misma forma de gobierno.

Kruschev y Nixon
WikimediaCommons/NARA. Nixon y Kruschev (Dominio público)

Durante este periodo, ambas potencias reconocieron la nueva realidad que se había impuesto en el planeta tras la II Guerra Mundial. Así, el presidente de los Estados Unidos John Fitzgerald Kennedy diría que "debemos analizar los problemas que nos unen en lugar de insistir en los que nos separan" y Kruschev que no había más camino que "vivir en paz como buenos vecinos o ir hacia una próxima guerra".

Estas posiciones no impidieron, sin embargo, que se sucedieran los roces, las amenazas o incluso cruentas guerras locales que llevaron al mundo al borde de un holocausto nuclear, pues ambos países se vieron inmersos en una verdadera carrera armamentística que los llevó a almacenar material nuclear suficiente como para destruir el planeta varias veces. 

Es en ese estado de competición donde debemos situar los comienzos de la lucha por conquistar el espacio. En este periodo la Unión Soviética parecía tomar la delantera, pues fue capaz de enviar al primer ser humano al espacio (Yuri Gagarin en 1961). 

El muro de Berlín

Tras la división de Alemania y de Berlín, su capital, en la Conferencia de Yalta de 1945, la ciudad había quedado aislada en la llamada República Democrática Alemana (RDA), la parte oriental de Alemania, que estaba bajo un régimen comunista. Sin embargo, las potencias occidentales, y en especial Estados Unidos, la convirtieron en un símbolo y no aceptaron en ningún momento que se integrara en la RDA. Ya en 1948 había sufrido un bloqueo cuando la Unión Soviética cerró las comunicaciones de Berlín con Alemania Occidental, bloqueo que EE.UU. solucionó estableciendo un puente aéreo con vuelos diarios durante un año, en lo que fue una demostración de fortaleza económica hacia los países socialistas.

Mapa de Alemania con Berlín destacado
WikimediaCommons/W-j-s. Mapa de Alemania dividida entre RFA y RDA (CC BY-SA)

Desde entonces, el número de ciudadanos de la parte oriental que escapaban a la zona occidental fue creciendo, hasta alcanzar los dos millones de personas, a pesar de los intentos de la propaganda soviética para impedirlo. En la noche del 12 al 13 de agosto de 1961 las autoridades de la RDA cortaron la conexión entre las dos partes de la ciudad y comenzaron a levantar un muro para poner freno a esta huida. El muro de Berlín pronto se convirtió en un símbolo de las diferencias entre los dos modelos que se habían impuesto en el mundo en general y en Europa en particular. 

Y también fue un símbolo su caída. Cuando en noviembre de 1989 el régimen comunista de la Unión Soviética se tambaleaba, la apertura de la frontera en Berlín supuso el primero de los pasos que llevaron a la unificación de Alemania al año siguiente y la desintegración de la URSS en 1991. 

La crisis de los misiles cubanos

En 1962, un avión espía norteamericano detectó misiles soviéticos en Cuba, preparándose para tener la capacidad de lanzar un ataque nuclear sobre EE.UU. Se iniciaban así los días de mayor tensión de toda la Guerra Fría, el único momento de todo este periodo en el que se activó el estado DEFCON 2, el escalón de alarma inmediatamente anterior a la declaración de guerra. 

El entonces presidente de EE.UU., John Fitzgerald Kennedy, buscando una solución que evitara una guerra nuclear, optó por el bloqueo naval para impedir la llegada de barcos soviéticos a Cuba. Se inició entonces una escalada de tensión entre la URSS y EE.UU. en la que ninguno de los dos podía mostrar debilidad, y que mantuvo al mundo en vilo durante cerca de dos semanas. Al final, las difíciles negociaciones se saldaron con la retirada de los misiles a cambio del compromiso por parte de EE.UU. de no invadir Cuba (un país socialista gobernado desde 1959 por Fidel Castro tras el triunfo de la revolución en la isla) y de retirar sus propios misiles nucleares instalados en Turquía, país fronterizo con la Unión Soviética. 

A raíz de este conflicto, y teniendo en cuenta lo cerca que estuvieron ambas potencias de desatar un conflicto nuclear, sus respectivos presidentes establecieron una forma de comunicación más directa para evitar situaciones similares en el futuro: el llamado "teléfono rojo".

El muro de Berlín: así se levantó, así se escapaban, así cayó.

Duración:
20 minutos
Agrupamiento:
Individual o en grupos.

Estos cuatro textos están extraídos de la novela En el umbral de la eternidad, de Ken Follett. En ella se nos narran diversas historias relacionadas con la Guerra Fría.  Los fragmentos seleccionados están relacionados, en concreto, con el muro de Berlín. Léelos atentamente y después realiza las actividades.

TEXTO 1

El hombre disparó una ráfaga y el parabrisas se hizo añicos, [...] El vehículo dio una sacudida cuando la rueda delantera del lado del conductor arrolló al hombre. 
—¡Dios mío! —exclamó el chico con un gemido.
No se había propuesto hacer daño a nadie. [...] Le entraron ganas de apearse de un salto para comprobar si el guardia estaba vivo y, de ser así, ayudarle. El subfusil volvió a abrir fuego, y entonces se dio cuenta de que si podían, lo matarían. Tras él, oía las balas rebotar contra la chapa de la camioneta. Volvió a pisar a fondo el pedal y dio otro golpe de volante, tratando de recuperar la trayectoria inicial. Había perdido velocidad, pero aun así consiguió dirigirse hacia la barrera de salida. Aunque no sabía si iba lo bastante deprisa para atravesarla, resistió el impulso de cambiar de marcha y dejó que el motor chirriara en primera. [...] La camioneta topó contra la segunda barrera. Cruzó un breve tramo de cemento, y los disparos cesaron. Vio una calle donde había tiendas, anuncios de Lucky Strike y Coca-Cola, flamantes coches nuevos y, lo mejor de todo, un pequeño grupo de atónitos soldados vestidos con el uniforme estadounidense.
[...] Los soldados acudieron corriendo, y uno de ellos abrió la puerta.
—¡Buen trabajo, chico, lo has conseguido! —exclamó.
"Lo he conseguido. Estoy vivo y soy libre."

TEXTO 2

El paso había quedado libre de guardias y la muchedumbre continuaba avanzando. A ambos lados del paso fronterizo, el doble muro quedaba cortado por una pequeña pared que unía la barrera interior y la exterior formando una especie de pasillo e impedía el acceso a la zona intermedia. Para gran asombro de Rebecca, dos osados manifestantes treparon por el muro y se sentaron en el redondeado borde superior de los bloques de hormigón. [...] Todas las puertas se abrieron a la vez. La multitud expectante prorrumpió en un rugido y avanzó como una marea. Lili se esforzaba por permanecer cerca de su familia mientras aquella avalancha de personas cruzaba las puertas de peatones y de vehículos. Atravesaron el recinto corriendo, tropezando, chillando y gritando de alegría. Las puertas del otro lado también estaban abiertas, así que las traspasaron, y el Este se encontró con el Oeste.
La gente sollozaba, se abrazaba y se besaba. La multitud que los aguardaba al otro lado había llevado ramos de flores y botellas de champán. El ruido del júbilo era ensordecedor.

Cartel que avisa de que el lector está abandonando Berlín Occidental, en la frontera entre ambas Alemanias.
Wikimedia Commons/Helmut J. Wolf. Berlín, Puerta de Brandemburgo, 1961 (CC BY-SA)

TEXTO 3

En  la práctica, los vopos paraban a quienes les llamaban la atención. Las familias que pretendían pasar al completo, [...] sobre todo si llevaban equipaje. Otro grupo de personas a quienes los vopos disfrutaban acosando eran los adolescentes, en especial si vestían a la moda occidental. [...] Walli llevaba unos pantalones negros normales y corrientes, una camiseta blanca y un chubasquero marrón claro. [...] Sin embargo, la guitarra podía hacer que se fijaran en él. Era el símbolo por antonomasia de lo que llamaban la «incultura americana», era incluso peor que un cómic de Superman.
Cruzó la calle procurando no mirar a los vopos. Con el rabillo del ojo creyó ver que uno de ellos se había fijado en él, pero no le dijeron nada y cruzó al mundo libre sin que le dieran el alto.

TEXTO 4:

Veinte o treinta soldados de la Alemania Oriental permanecían de brazos cruzados sin hacer nada. Detrás de ellos había dos tanques soviéticos. La escena era desconcertante y aterradora. Se abrió paso entre la multitud y vio cuál era el problema: habían levantado una alambrada que bloqueaba el acceso al extremo más próximo del puente. En la alambrada habían abierto un pequeño espacio en el que unos agentes de policía parecían estar negándose a dejar pasar a nadie. 
[...] Rebecca empezó a alarmarse. Tal vez solo fuese una coincidencia que los dos primeros puntos que había escogido para cruzar al otro lado estuviesen bloqueados. O tal vez no. Había ochenta y un sitios por donde la gente podía cruzar del este al oeste de Berlín. [...]  Rebecca vio otra valla de alambre. Estaba instalada sobre unos soportes de caballetes de madera y custodiada por la policía de la Alemania Oriental. [...] estaban haciendo socavones en la carretera, plantando pilares de hormigón de gran altura y tensando la alambrada de un pilar al otro para instalarla con un carácter más permanente. «Permanente», pensó, y se le cayó el alma a los pies.
[...] El régimen de la Alemania Oriental había hecho lo que todo el mundo decía que no se podía hacer: había construido un muro que atravesaba el centro de Berlín. Y Rebecca estaba en el lado equivocado.

Ken Follett. En el umbral de la eternidad. Plaza&Janés

El muro de Berlín. Demuestra que has entendido los textos:

Pregunta

1. ¿Qué son los vopos?

Respuestas

a) Los alemanes del Este

b) Los alemanes del Oeste

c) Los policías de Alemania Oriental

d) Los policías de Alemania Occidental

Retroalimentación

Pregunta

2. ¿Qué famoso símbolo de la cultura occidental nos indica que uno de los personajes se encuentra en la República Federal de Alemania?

Respuestas

a) El símbolo de Nike

b) Un anuncio de Coca-cola

c) Un Burger King

d) Las luces de una discoteca

Retroalimentación

Pregunta

3. ¿En qué parte de Berlín se encuentra Rebecca en el texto 4?

Respuestas

a) En Berlín Oriental

b) En Berlín Oriental al principio del texto, pero después en la parte occidental

c) En Berlín Occidental

d) En Berlín Occidental al principio del texto, pero después en la parte oriental 

Retroalimentación

Pregunta

4. ¿Cómo se abrieron las puertas del muro de Berlín en 1989?

Respuestas

a) De una en una, dejando pasar a la población poco a poco.

b) No se abrieron ese año. 

c) Por la fuerza. 

d) Todas a la vez. 

Retroalimentación

Pregunta

5. ¿Qué día crees que sucedieron los hechos del texto 4?

Respuestas

a) Un día cualquiera entre 1961 y 1989.

b) El 13 de agosto de 1961.

c) Antes de agosto de 1961. 

d) El 9 de noviembre de 1989

Retroalimentación

El muro de Berlín. Una vergüenza que duró 28 años.

Los textos que has leído están desordenados cronológicamente. ¿Cuál sería el orden correcto?

  • TEXTO 3
  • TEXTO 4
  • TEXTO 1
  • TEXTO 2

Comprobar

¡Correcto!

No es correcto... Respuesta correcta:

La crisis de los misiles cubanos: una situación delicada. ¿La has comprendido bien?

Duración:
20 minutos
Agrupamiento:
En grupos e individual.

Esta es una actividad para trabajar primero en grupos y luego de forma individual. Primero, tienes que estar seguro de haber entendido bien lo que pasó y lo cerca que estuvo el mundo de un desastre nuclear. Segundo, comenta lo que has comprendido con tus compañeros de grupo. Puedes echar un ojo a las preguntas, pero sin contestarlas todavía. Por último, contesta a estas preguntas de forma individual

  1. ¿Qué acción de la Unión Soviética da comienzo al aumento de tensión?
  2. ¿Cómo se enteran los EE.UU.?
  3. ¿Por qué crees que EE.UU. consideraba tan grave la acción de la URSS?
  4. ¿Qué significa DEFCON 2?
  5. ¿Por qué era urgente para los norteamericanos tomar medidas?
  6. Los asesores políticos de Kennedy le dijeron que tenía que evitar "otro caso Múnich". ¿Qué quiere decir?
  7. ¿Qué opciones crees que tenían los americanos?
  8. ¿Cuál es la decisión final que toma el presidente de EE.UU.?
  9. ¿Cómo terminó el conflicto?
  10. ¿Qué consecuencia inmediata tuvo el conflicto?